Los preuniversitarios celebran un fin de curso de travesuras y vandalismo
25/05/2012 - 17:40
La clásica celebración de fin de curso de los alumnos de segundo de Bachillerato se convirtió en la noche del jueves al viernes, 18 de mayo, en una sesión de travesuras que, en algún caso, sobrepasó la línea para convertirse en vandalismo callejero. Fuentes policiales informaban a este diario de la rotura de una o dos lunas de autobús urbano. Al parecer un joven mayor de edad lanzó una piedra contra el vehículo que impactó contra uno de sus cristales. La Policía procedió a su identificación para realizar la denuncia posterior.
Otro suceso, este menos dañino pero más ocurrente, fue el lanzamiento de gallinas a las instalaciones del IES Castilla. Antonio de Mora, jefe de estudios del centro, explica que este año ha sido el mejor. Otros años aparecía un contenedor delante de la puerta, silicona en las cerraduras o mobiliario público atado en la puerta.... Esta vez el centro ha amanecido con varias gallinas en su interior que un profesor tuvo a bien recoger y trasladar a una granja.
Las clases, no obstante, pudieron comenzar con total normalidad el mismo viernes, como en el resto de centros, donde también es frecuente que los preuniversitarios, que en pocas semanas tendrán que enfrentarse a la Selectividad, celebren el final de esta etapa lectiva por todo lo alto. Para evitar que estas fiestas acaben en altercados, la Policía Local desplegó una patrulla por cada instituto para facilitar la entrada de los alumnos.
Al parecer, es habitual el uso de animales en las travesuras de los estudiantes, como también lo es el consumo de alcohol. Además de todo esto, el desmadre acabó con tracas y petardos, botes de pintura lanzados contra edificios y piedras, algunas de gran tamaño que, en algunos casos, causaron daños materiales. Así fue para la Gestoría Sanz, situada en las Cruces, a la altura de la sede de la Falange en Guadalajara, que amaneció con un cristal roto y una gran piedra en el interior de la oficina.
Otro suceso, este menos dañino pero más ocurrente, fue el lanzamiento de gallinas a las instalaciones del IES Castilla. Antonio de Mora, jefe de estudios del centro, explica que este año ha sido el mejor. Otros años aparecía un contenedor delante de la puerta, silicona en las cerraduras o mobiliario público atado en la puerta.... Esta vez el centro ha amanecido con varias gallinas en su interior que un profesor tuvo a bien recoger y trasladar a una granja.
Las clases, no obstante, pudieron comenzar con total normalidad el mismo viernes, como en el resto de centros, donde también es frecuente que los preuniversitarios, que en pocas semanas tendrán que enfrentarse a la Selectividad, celebren el final de esta etapa lectiva por todo lo alto. Para evitar que estas fiestas acaben en altercados, la Policía Local desplegó una patrulla por cada instituto para facilitar la entrada de los alumnos.
Al parecer, es habitual el uso de animales en las travesuras de los estudiantes, como también lo es el consumo de alcohol. Además de todo esto, el desmadre acabó con tracas y petardos, botes de pintura lanzados contra edificios y piedras, algunas de gran tamaño que, en algunos casos, causaron daños materiales. Así fue para la Gestoría Sanz, situada en las Cruces, a la altura de la sede de la Falange en Guadalajara, que amaneció con un cristal roto y una gran piedra en el interior de la oficina.