Mandela, junto a Gandhi, ha sido el mejor político del mundo
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
CINE
Morgan Freeman encarna al líder sudafricano en Invictus
Quizá, junto a Gandhi, Mandela haya sido el mejor político del mundo, consideró ayer Freeman, durante la presentación de Invictus en Madrid. El largometraje cuenta la historia real del presidente Mandela y del capitán de la selección de rugby, Francois Pienaar (Matt Damon), en su intento de ganar la Copa del Mundo de Rugby en 1995 para unir al pueblo, tras la caída del apartheid.
Freeman recordó cómo conoció al líder sudafricano, quien siempre estuvo convencido de que Freeman sería el actor ideal para encarnarle en la gran pantalla. Me decepcionó la primera vez que vi a Mandela, porque, me invitaron a comer en su casa de Johannesburgo y sólo me dieron un té. En cuanto me dijo que quería que yo le interpretara, nos hicimos amigos, recordó en tono de humor Freeman, quien negó haber llorado al conocerle tal y como dicen que le ocurrió a la actriz sudafricana Charlize Theron.
El actor no negó haber sentido muchos nervios cuando se puso por primera vez delante de Mandela. No supe qué decirle más que era un placer conocerle, recordó Freeman, quien destacó que para este papel se enderezó los dientes y adoptó la entonación del habla de Mandela. Investigué al personaje e hice un gran esfuerzo para parecerme, anotó, recordando que se lo puso fácil que Mandela llevara barba, como él, y que tuviera los mismos andares de una persona de Harlem. Durante la proyección de la película, en la que también están Langley Kirkwood, Grant Roberts, Scott Eastwood, Penny Downie, Robert Hoobs y Bonnie Henna, Mandela pareció estar satisfecho con el resultado. Sonreía y asentía y cuando salí en la pantalla me dijo conozco a ese tipo, contó Freeman, para quien Mandela consiguió una hazaña.
Como una religión
Él sabía que el rugby, como una religión, de desaparecer podría ser perjudicial. Y, como político tonto, se aferró al equipo de los Springboks y unió a negros y blancos como hinchas, afirmó el actor, a lo que Carlin anotó que la película transmite muy bien que Mandela, además de un hombre encantador, es un genio de la política.
Un político normal, en su situación, pensaría qué horror vivir un mundial, va a dividir a la población.... Pero Mandela, tremendamente optimista, vio en eso una oportunidad de unir al país. Y funcionó, prosiguió Carlin, añadiendo que la final de 1995 se convirtió en el día más feliz de Mandela y de la Historia de Sudáfrica. Carlin agregó que, si bien Gandhi quizá lo tuvo más fácil porque los ingleses fueron menos violentos en India que en Sudáfrica, Mandela ha sido un genio de la política, como Mozart lo fue de la música. Tenía un instinto especial para la política, opinó.En cuanto a trabajar con Clint Eastwood -el guión de Invictus corre a cargo de Anthony Peckham-, Freeman bromeó diciendo que no soporta tanta perfección. Es eficiente y lo tiene todo controlado. Es el mejor director que conozco. Cuando coge un guión lo convierte en éxito, afirmó un intérprete que ha trabajado junto Eastwood en dos ocasiones más y que le ha visto más relajado esta vez, porque sólo dirige. En Sin perdón trabajaba demasiado, estaba muy cansado, me llegué a preocupar por él.Para Matt Damon, en palabras de Carlin, Invictus es una de las pocas películas ejemplares que se hacen en Hollywood. Precisamente a la Meca del cine se refirió Freeman y negó que Hollywood esté lleno de tiburones. Está lleno de gente maravillosa. Yo vivo en Hollywood, dijo, negando que la imagen de degenerados sea cierta.
Por último, y tras ser preguntado por las similitudes entre Mandela y el actual presidente de los EEUU, Barak Obama, Morgan Freeman dijo que todavía es pronto para hacer balance de la política de Obama. Pero tenemos grandes esperanzas puestas en él, concluyó.
El actor no negó haber sentido muchos nervios cuando se puso por primera vez delante de Mandela. No supe qué decirle más que era un placer conocerle, recordó Freeman, quien destacó que para este papel se enderezó los dientes y adoptó la entonación del habla de Mandela. Investigué al personaje e hice un gran esfuerzo para parecerme, anotó, recordando que se lo puso fácil que Mandela llevara barba, como él, y que tuviera los mismos andares de una persona de Harlem. Durante la proyección de la película, en la que también están Langley Kirkwood, Grant Roberts, Scott Eastwood, Penny Downie, Robert Hoobs y Bonnie Henna, Mandela pareció estar satisfecho con el resultado. Sonreía y asentía y cuando salí en la pantalla me dijo conozco a ese tipo, contó Freeman, para quien Mandela consiguió una hazaña.
Como una religión
Él sabía que el rugby, como una religión, de desaparecer podría ser perjudicial. Y, como político tonto, se aferró al equipo de los Springboks y unió a negros y blancos como hinchas, afirmó el actor, a lo que Carlin anotó que la película transmite muy bien que Mandela, además de un hombre encantador, es un genio de la política.
Un político normal, en su situación, pensaría qué horror vivir un mundial, va a dividir a la población.... Pero Mandela, tremendamente optimista, vio en eso una oportunidad de unir al país. Y funcionó, prosiguió Carlin, añadiendo que la final de 1995 se convirtió en el día más feliz de Mandela y de la Historia de Sudáfrica. Carlin agregó que, si bien Gandhi quizá lo tuvo más fácil porque los ingleses fueron menos violentos en India que en Sudáfrica, Mandela ha sido un genio de la política, como Mozart lo fue de la música. Tenía un instinto especial para la política, opinó.En cuanto a trabajar con Clint Eastwood -el guión de Invictus corre a cargo de Anthony Peckham-, Freeman bromeó diciendo que no soporta tanta perfección. Es eficiente y lo tiene todo controlado. Es el mejor director que conozco. Cuando coge un guión lo convierte en éxito, afirmó un intérprete que ha trabajado junto Eastwood en dos ocasiones más y que le ha visto más relajado esta vez, porque sólo dirige. En Sin perdón trabajaba demasiado, estaba muy cansado, me llegué a preocupar por él.Para Matt Damon, en palabras de Carlin, Invictus es una de las pocas películas ejemplares que se hacen en Hollywood. Precisamente a la Meca del cine se refirió Freeman y negó que Hollywood esté lleno de tiburones. Está lleno de gente maravillosa. Yo vivo en Hollywood, dijo, negando que la imagen de degenerados sea cierta.
Por último, y tras ser preguntado por las similitudes entre Mandela y el actual presidente de los EEUU, Barak Obama, Morgan Freeman dijo que todavía es pronto para hacer balance de la política de Obama. Pero tenemos grandes esperanzas puestas en él, concluyó.