Mariano Rajoy reconoce que atraviesa su peor momento
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
Sangre, sudor y lágrimas está dispuesto a soportar Mariano Rajoy antes que dar su brazo a torcer. El presidente del partido opositor cree que sus adversarios, externos e internos, buscarán debilitar su liderazgo y le harán sufrir mucho para intentar que desfallezca y claudique.
Sin embargo, la renuncia no entra en los planes que preparó tras las elecciones, después de comprobar los movimientos de quienes pidieron su cabeza a continuación de la derrota.
En el instante álgido de la bronca interna del partido, cuando se ha quedado solo tras la renuncia de los que fueron puntales de su oposición en la pasada legislatura y con el grupo parlamentario todavía en pie de guerra, Rajoy intentó transmitir este miércoles un mensaje de serenidad a los militantes y votantes populares. Lo único que tengo que decir a todas las personas que han votado al PP y a todos los militantes del partido es que, efectivamente, es un momento difícil, pero que las cosas las haremos con sentido común y sensatez y que las decisiones las tomarán los compromisarios que representan a los militantes, declaró ante los medios de comunicación tras asistir al homenaje de la Universidad Europea de Madrid a Rogelio Baón, diputado popular fallecido hace unas semanas.
A degüello
Quiero dar un mensaje de tranquilidad, dijo, e insistió en que el PP y su dirección han demostrado que saben sobreponerse a circunstancias difíciles y volveremos a hacerlo, añadió. Tengan la seguridad de que las cosas saldrán bien, puntualizó. Movido por esta convicción, Rajoy sigue el plan que se trazó aquel martes 11 de marzo cuando anunció a su comité ejecutivo que seguiría en el cargo y se presentaría como candidato a la reelección en el congreso. Sabe que el tiempo juega en su contra porque todavía le queda mes y medio por delante hasta la celebración del cónclave y es consciente de que sus adversarios van a degüello contra él.
El líder del PP piensa que en la crisis que atraviesa su partido hay mucho más ruido que nueces, pero sabe que no lo tiene fácil aunque considera que tiene más enemigos fuera que dentro. Sin embargo, está dispuesto a resistir y ya le ha dicho a algunos de sus amigos en el partido que no será presa fácil porque no va a tirar la toalla por muchos ataques que reciba de algunos sectores mediáticos. En general, considera que, salvo excepciones, los medios de comunicación son neutrales ante la crisis del partido.
Llevo más de treinta años en esto y he visto de todo: cómo se discutía el liderazgo de Fraga o el de Aznar después de la derrota en las elecciones de 1993, suele comentar en sus conversaciones. No tiene prisa por desentrañar los detalles de su estrategia que, a corto plazo, pasa por administrar los tiempos hasta el congreso. Es probable que dé a conocer algunos nombres antes de la fecha del cónclave y tiene previsto viajar al País Vasco próximamente para presentar la ponencia política en cuya elaboración participa María San Gil.
Gran estratega
Uno de sus amigos de antiguo, que coincide en la mayoría de los planteamientos con el líder del PP, dice que Mariano es un excelente estratega, pero un pésimo táctico, por lo que pide paciencia para analizar con la perspectiva que da el tiempo los movimientos que está haciendo el presidente popular. Como ejemplo, apunta decisiones de la pasada legislatura y asegura que si se hubiera deshecho de (Eduardo) Zaplana y (Ángel) Acebes en 2006, como le pedíamos todos, ahora tendría que haberse marchado él.
Desde su particular perspectiva, el líder del PP confía en que las cosas no empeoren hasta el 20 de junio y que el cónclave zanje muchas cuestiones. Para empezar, que demuestre si hay otro candidato con posibilidades para disputarle el liderazgo en las urnas y dispuesto a aguantar en la brecha hasta 2012. ¿Qué más da ganar un congreso si no llegas a las elecciones?, se pregunta Rajoy, que es consciente de que todavía tendrá que superar varias convocatorias electorales y otro congreso del PP en 2011 antes de competir de nuevo por La Moncloa.
En el instante álgido de la bronca interna del partido, cuando se ha quedado solo tras la renuncia de los que fueron puntales de su oposición en la pasada legislatura y con el grupo parlamentario todavía en pie de guerra, Rajoy intentó transmitir este miércoles un mensaje de serenidad a los militantes y votantes populares. Lo único que tengo que decir a todas las personas que han votado al PP y a todos los militantes del partido es que, efectivamente, es un momento difícil, pero que las cosas las haremos con sentido común y sensatez y que las decisiones las tomarán los compromisarios que representan a los militantes, declaró ante los medios de comunicación tras asistir al homenaje de la Universidad Europea de Madrid a Rogelio Baón, diputado popular fallecido hace unas semanas.
A degüello
Quiero dar un mensaje de tranquilidad, dijo, e insistió en que el PP y su dirección han demostrado que saben sobreponerse a circunstancias difíciles y volveremos a hacerlo, añadió. Tengan la seguridad de que las cosas saldrán bien, puntualizó. Movido por esta convicción, Rajoy sigue el plan que se trazó aquel martes 11 de marzo cuando anunció a su comité ejecutivo que seguiría en el cargo y se presentaría como candidato a la reelección en el congreso. Sabe que el tiempo juega en su contra porque todavía le queda mes y medio por delante hasta la celebración del cónclave y es consciente de que sus adversarios van a degüello contra él.
El líder del PP piensa que en la crisis que atraviesa su partido hay mucho más ruido que nueces, pero sabe que no lo tiene fácil aunque considera que tiene más enemigos fuera que dentro. Sin embargo, está dispuesto a resistir y ya le ha dicho a algunos de sus amigos en el partido que no será presa fácil porque no va a tirar la toalla por muchos ataques que reciba de algunos sectores mediáticos. En general, considera que, salvo excepciones, los medios de comunicación son neutrales ante la crisis del partido.
Llevo más de treinta años en esto y he visto de todo: cómo se discutía el liderazgo de Fraga o el de Aznar después de la derrota en las elecciones de 1993, suele comentar en sus conversaciones. No tiene prisa por desentrañar los detalles de su estrategia que, a corto plazo, pasa por administrar los tiempos hasta el congreso. Es probable que dé a conocer algunos nombres antes de la fecha del cónclave y tiene previsto viajar al País Vasco próximamente para presentar la ponencia política en cuya elaboración participa María San Gil.
Gran estratega
Uno de sus amigos de antiguo, que coincide en la mayoría de los planteamientos con el líder del PP, dice que Mariano es un excelente estratega, pero un pésimo táctico, por lo que pide paciencia para analizar con la perspectiva que da el tiempo los movimientos que está haciendo el presidente popular. Como ejemplo, apunta decisiones de la pasada legislatura y asegura que si se hubiera deshecho de (Eduardo) Zaplana y (Ángel) Acebes en 2006, como le pedíamos todos, ahora tendría que haberse marchado él.
Desde su particular perspectiva, el líder del PP confía en que las cosas no empeoren hasta el 20 de junio y que el cónclave zanje muchas cuestiones. Para empezar, que demuestre si hay otro candidato con posibilidades para disputarle el liderazgo en las urnas y dispuesto a aguantar en la brecha hasta 2012. ¿Qué más da ganar un congreso si no llegas a las elecciones?, se pregunta Rajoy, que es consciente de que todavía tendrá que superar varias convocatorias electorales y otro congreso del PP en 2011 antes de competir de nuevo por La Moncloa.