Más de 133.000 los muertos y desaparecidos en Myanmar
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
La Junta Militar que gobierna en Myanmar anunció ayer que más de 133.000 personas han muerto o desaparecido como consecuencia del paso del ciclón Nargis hace dos semanas, lo que casi duplica el anterior balance. La televisión pública dijo que hay 77.738 muertos y 55.917 desaparecidos, a los que hay que sumar 19.359 heridos.
Las organizaciones de asistencia creen que hay 2,5 millones de supervivientes que necesitan urgentemente comida, agua, refugio y cuidados médicos.
Las autoridades birmanas anunciaron ayer viernes que más de 133.000 personas murieron o desaparecieron por el paso del ciclón Nargis hace dos semanas, lo que casi duplica el anterior saldo del que ya se considera el peor desastre natural que azotó al país. Aunque la junta militar sigue rechazando la entrada de equipos de rescate internacionales, los medios de comunicación oficiales admitieron implícitamente la terrible situación al explicar que eso era lo que les había impedido ofrecer un saldo más ajustado.
La televisión pública dijo que hay 77.738 muertos y 55.917 desaparecidos, es decir 133.655 afectados, a los que hay que sumar 19.359 heridos. El anterior balance oficial, ofrecido sólo un día antes, cifraba los muertos en 43.318 y los desaparecidos en 27.838. Estas nuevas cifras coinciden con una nueva intensificación de la presión internacional para que el hermético régimen militar permita la entrada de ayuda foránea a gran escala. Las organizaciones de asistencia creen que hay 2,5 millones de supervivientes que necesitan urgentemente comida, agua, refugio y cuidados médicos, y advirtieron que el número de víctimas aumentará si todo eso no llega inmediatamente.
Sin embargo, Louis Michel, el comisario de Desarrollo de la Unión Europea, que mantuvo conversaciones durante dos días con los militares birmanos, dijo que no están dispuestos a ceder y permitir la entrada de técnicos extranjeros, encolerizando a la comunidad internacional.
Más lluvias
Las fuertes lluvias que cayeron el viernes castigaron aún más a la región del delta de Irrawaddy, la más afectada por el ciclón, en el sur de uno de los países más pobres y aislados del mundo. Michel tenía previsto abandonar el país este viernes sin haber logrado permiso para visitar el delta, que ha sido cerrado a periodistas y extranjeros. Además, explicó, los representantes del régimen no quieren explicar porque niegan visados a los expertos extranjeros. Durante su estancia, el comisario Michel relató haber sido conducido a "un campamento organizado, de aspecto perfecto" en las afueras de Rangún, lejos de Irrawaddy.
Conferencia de donantes
La conferencia de donantes podría celebrarse el 24 de mayo en Bangkok, según fuentes diplomáticas. Gracias a la mediación de los países asiáticos, la comunidad internacional intenta que Birmania atienda a razones, aunque el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, ya consideró el jueves que la intransigencia de la junta birmana raya con el "crimen contra la Humanidad".
Pese a la situación, el régimen anunció la victoria del referéndum para adoptar una nueva constitución, celebrado el sábado con varias partes del país anegadas y miles y miles de personas desaparecidas o muertas.
Rangún dijo que la votación, la primera desde 1990, era un nuevo paso hacia la democracia, pero muchos estiman que sólo servirá para dar más poderes a los militares.
Las autoridades birmanas anunciaron ayer viernes que más de 133.000 personas murieron o desaparecieron por el paso del ciclón Nargis hace dos semanas, lo que casi duplica el anterior saldo del que ya se considera el peor desastre natural que azotó al país. Aunque la junta militar sigue rechazando la entrada de equipos de rescate internacionales, los medios de comunicación oficiales admitieron implícitamente la terrible situación al explicar que eso era lo que les había impedido ofrecer un saldo más ajustado.
La televisión pública dijo que hay 77.738 muertos y 55.917 desaparecidos, es decir 133.655 afectados, a los que hay que sumar 19.359 heridos. El anterior balance oficial, ofrecido sólo un día antes, cifraba los muertos en 43.318 y los desaparecidos en 27.838. Estas nuevas cifras coinciden con una nueva intensificación de la presión internacional para que el hermético régimen militar permita la entrada de ayuda foránea a gran escala. Las organizaciones de asistencia creen que hay 2,5 millones de supervivientes que necesitan urgentemente comida, agua, refugio y cuidados médicos, y advirtieron que el número de víctimas aumentará si todo eso no llega inmediatamente.
Sin embargo, Louis Michel, el comisario de Desarrollo de la Unión Europea, que mantuvo conversaciones durante dos días con los militares birmanos, dijo que no están dispuestos a ceder y permitir la entrada de técnicos extranjeros, encolerizando a la comunidad internacional.
Más lluvias
Las fuertes lluvias que cayeron el viernes castigaron aún más a la región del delta de Irrawaddy, la más afectada por el ciclón, en el sur de uno de los países más pobres y aislados del mundo. Michel tenía previsto abandonar el país este viernes sin haber logrado permiso para visitar el delta, que ha sido cerrado a periodistas y extranjeros. Además, explicó, los representantes del régimen no quieren explicar porque niegan visados a los expertos extranjeros. Durante su estancia, el comisario Michel relató haber sido conducido a "un campamento organizado, de aspecto perfecto" en las afueras de Rangún, lejos de Irrawaddy.
Conferencia de donantes
La conferencia de donantes podría celebrarse el 24 de mayo en Bangkok, según fuentes diplomáticas. Gracias a la mediación de los países asiáticos, la comunidad internacional intenta que Birmania atienda a razones, aunque el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, ya consideró el jueves que la intransigencia de la junta birmana raya con el "crimen contra la Humanidad".
Pese a la situación, el régimen anunció la victoria del referéndum para adoptar una nueva constitución, celebrado el sábado con varias partes del país anegadas y miles y miles de personas desaparecidas o muertas.
Rangún dijo que la votación, la primera desde 1990, era un nuevo paso hacia la democracia, pero muchos estiman que sólo servirá para dar más poderes a los militares.