Más participación que ningún año en los “estaribeles” acuáticos

07/09/2013 - 09:07 Redacción

Pese a que ayer por la mañana amanecía fresco, a la una de la tarde picaba el sol. A partir de ese momento comenzaban a llegar a la Plazuela de la Vega los primeros artilugios flotantes a la orilla del río Tajo. La caravana de “estaribeles” acuáticos listos para zarpar llegaba prácticamente al mismo Puente de Trillo. Y es que en su tercera edición, las “Barcas por el Tajo” de Trillo han superado su anterior récord de participación, con 26. Después de su botadura, unos metros antes del Puente, las barcas debían llegar hasta el paraje de la Isla. De los primeros en saltar a la palestra fueron los “colonos americanos”. A imagen y semejanza de las viejas películas del oeste, vadearon el Tajo, con más dificultades de flotadura en su caravana de las inicialmente previstas. Las superaron con arrojo vaquero, y siempre con el mejor sentido del humor. A pocos metros de ellos navegaron los “tunos”, que ponían de manifiesto un equilibrio y saber acuático verdaderamente notables. Su chalupa llegó, sin otra novedad que el jolgorio de sus cantos,  la primera al puerto de La Isla. Igual de sorprendente por su flotabilidad fue la original canoa individual de la abeja Maya. En un periquete, llegó a su destino. Más trabajo le costó a la colmena flotante que fue botada poco después.
No faltaron ni los piratas, con bandera en el bote incluida, ni los vikingos, que bajaron río abajo con su drakar impecable. A su lado descendió un tablao flamenco al completo, con cantaores y bailaores, así como las chicas de la “Cervecería la Sureña”. Las Bañistas del siglo XIX llegaron esta vez mucho más enteras que cuando el año pasado lo hicieron a bordo de su furgoneta Volkswagen hippie. Pero las grandes carcajadas del mediodía se las llevaron, una vez más, las parodias gibraltareñas. Mientras unos “estaribeles” simulaban arrojar bloques al agua, los otros hacían lo  propio, pero recogiéndolos. Hasta el mismo Peñón  desfiló sobre las aguas del Tajo.