Medio centenar de personas acuden a las jornadas sobre truficultura de molina
17/04/2012 - 11:45
Uno de los objetivos del proyecto Micotrufa es la generación de empleo y actividades económicas sostenibles a través de la capacitación y el asesoramiento a la población activa, moti vo por el que se llevan a cabo acciones de divulgación sobre la truficultura y todo lo que conlleva. Precisamente una de estas jornadas se ha celebrado en el salón de plenos de la Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra, ubicado en dependencias del edificio de San Francisco. En ella intervino el técnico del proyecto Micotrufa en la localidad, José María Maldonado, que explicó a los más de 40 asistentes el proyecto que se desarrolla en la comarca molinesa y la serranía conquense. Ambos territorios tienen una vocación tradicional hacia el aprovechamiento micológico, incluyendo la trufa, pero presentan carencias significativas en cuanto a la gestión, comercialización, búsqueda de valor añadido y organización de los sectores. Con este nuevo proyecto se intenta consolidar el sector de la trufa en la zona y dotar de eficiencia al canal de comercialización y transformación del producto. También se pretende articular y desarrollar la gestión forestal de los recursos micológicos.
Otra de las ponencias fue la ofrecida por Juan Martínez, investigador del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña, quien ofreció datos sobre la gestión micoselvicola de los montes y los avances obtenidos en la última década. Según explicó, se intenta compatibilizar la gestión forestal con la producción de setas porque realmente, para que un bosque tenga valor, hay que contemplar todos sus recursos, tanto la madera como los recursos no madereros, entre los que se encontrarían las setas y las trufas.
Tras un pequeño descanso, Arturo Esteban, director técnico del Proyecto MyasRc para Castilla León, expuso varios aspectos y reflexiones sobre la regulación micológica para una mejor y productiva gestión de los recursos micológicos como se vienen desarrollando en comarcas de la vecina comunidad autónoma.
Por ultimo, José María Martínez, socio fundador de Vitruf y experto truficultor, habló sobre la realidad de la truficultura en las dos comarcas en las que se desarrolla el proyecto Micotrufa.
Todos los ponentes animaron a los asistentes a unirse por el bien de la truficultura porque es fundamental, no sólo en el aspecto económico para recibir subvenciones, sino en cuanto a la mejoría de las plantaciones. En este sentido, el investigador del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña expuso que un ejemplo pueden ser las personas pertenecientes a la asociación de truficultores de Cataluña, que cuenta con unos 160 socios. Una de las muchas ventajas está en la previsión de plantas que se cultivan cada año; ya que realizan análisis y controles de calidad para buscar la mejor planta para todos.
El Proyecto Micotrufa ha sido cofinanciado por el Fondo Social Europeo a través del Programa EmpleaVerde de la Fundación Biodiversidad y por la Asociación Desarrollo Rural Molina-Alto Tajo con la colaboración de la Asociación Promoción y Desarrollo Serrano, Prodese.
Otra de las ponencias fue la ofrecida por Juan Martínez, investigador del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña, quien ofreció datos sobre la gestión micoselvicola de los montes y los avances obtenidos en la última década. Según explicó, se intenta compatibilizar la gestión forestal con la producción de setas porque realmente, para que un bosque tenga valor, hay que contemplar todos sus recursos, tanto la madera como los recursos no madereros, entre los que se encontrarían las setas y las trufas.
Tras un pequeño descanso, Arturo Esteban, director técnico del Proyecto MyasRc para Castilla León, expuso varios aspectos y reflexiones sobre la regulación micológica para una mejor y productiva gestión de los recursos micológicos como se vienen desarrollando en comarcas de la vecina comunidad autónoma.
Por ultimo, José María Martínez, socio fundador de Vitruf y experto truficultor, habló sobre la realidad de la truficultura en las dos comarcas en las que se desarrolla el proyecto Micotrufa.
Todos los ponentes animaron a los asistentes a unirse por el bien de la truficultura porque es fundamental, no sólo en el aspecto económico para recibir subvenciones, sino en cuanto a la mejoría de las plantaciones. En este sentido, el investigador del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña expuso que un ejemplo pueden ser las personas pertenecientes a la asociación de truficultores de Cataluña, que cuenta con unos 160 socios. Una de las muchas ventajas está en la previsión de plantas que se cultivan cada año; ya que realizan análisis y controles de calidad para buscar la mejor planta para todos.
El Proyecto Micotrufa ha sido cofinanciado por el Fondo Social Europeo a través del Programa EmpleaVerde de la Fundación Biodiversidad y por la Asociación Desarrollo Rural Molina-Alto Tajo con la colaboración de la Asociación Promoción y Desarrollo Serrano, Prodese.