Mitos y verdades sobre la limpieza de la piel

21/10/2010 - 00:00

La limpieza es el primer paso de belleza. Una piel limpia indica decoro y cuidado personal, ya que nadie relaciona una piel bonita con una piel llena de impurezas y puntos negros. Limpiar el rostro a diario contribuye a oxigenar la piel y a mantener su luminosidad natural, siendo un hábito fundamental para la salud del cutis, ya que elimina impurezas, puntos negros y exceso de sebo. Y es que nuestra piel está expuesta a numerosas agresiones externas, como la contaminación o la radiación solar, a la acción de cosméticos y maquillaje o al exceso de sebo de algunos tipos de piel.

Las limpiezas profundas de piel se deben realizar cuando la piel lo necesita, no se puede dar una recomendación general porque unas pieles se ensucian más que otras; por ejemplo las pieles grasas suelen necesitar limpiezas más frecuentes. Sin embargo, si una persona con piel grasa se limpia la piel en su casa correctamente puede que necesite menos limpiezas profundas que una persona con la piel seca.

Estos son los pasos recomendados como tratamiento. En primer lugar, se realiza un diagnóstico de la piel y de sus necesidades. Seguidamente se desmaquilla a fondo la piel con cosmética específica.A continuación, se realiza una exfoliación biológica. Posteriormente, se aplica una loción tónica para regular el pH de la piel.Se aplica el vapor para reblandecer la grasa y la queratina de los poros. De este modo se facilita la extracción de los comedones sin dañar la piel. El vapor, además, produce una leve vasodilatación beneficiosa para la absorción de los principios activos que se apliquen a continuación.

Se procede a la extracción manual de los comedones o puntos negros, sólo de las zonas donde están presentes. Posteriormente, se realiza un masaje relajante en el rostro con productos específicos, según el tipo y estado de la piel en ese momento. Seguidamente se aplica una máscara con propiedades calmantes, antiinflamatorias y bactericidas. Y, para concluir la limpieza, se aplica un producto para hidratar y proteger la piel.

Es un tratamiento que se puede realizar a cualquier edad, desde los 13 ó 14 años en adelante. La herencia genética, ciertos factores hormonales y la alimentación juegan un importante papel en la aparición de impurezas en la piel. La ingesta de abundantes grasas saturadas hace que aparezcan granitos e impurezas.

Por eso, debemos llevar una dieta equilibrada y saludable, libre de grasas saturadas, limpiar nuestra piel a diario, realizar todas las mañanas el ritual de cuidados recomendado por un buen profesional y acudir con cierta frecuencia (cada mes o dos meses) a un centro de estética para que realicen un seguimiento de nuestra piel.x