Nochevieja es el día con más recaídas por alcohol y drogas
30/12/2010 - 13:04
Según dos expertos, el 31 de diciembre es el día del año que más recaídas registra por alcohol y drogas. Además, después de las fiestas de Navidad, se producen las incidencias más graves en personas con trastornos de la conducta adictiva.
"Las fiestas navideñas son una época donde las recaídas aumentan, e incluso se ha visto que el día 31 de diciembre es donde más recaídas se producen", afirma a Europa Press el psicólogo experto en adicciones y director de PSICOHEALTH, José Antonio Molina.
"No hay una estadística concreta -prosigue Molina-, pero a nivel observacional, en las consultas de Gran Canaria, se observó cómo se habían disparado las recaídas después del día 31. Es un análisis sólo a nivel observacional, pero los psicólogos que trabajamos en adicciones lo observamos".
"No hay estudios concluyentes, pero la experiencia que tenemos todos los profesionales que trabajamos con conductas adictivas es que en Navidad, en Semana Santa y en el mes agosto es cuando más recaídas se suelen producir", añade el vicepresidente de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el alcohol, el alcoholismo y otras toxicomanías, Josep Guardia Serecigni.
"Y después de estas fiestas de Navidad, ya sabemos que asistiremos las incidencias más graves dentro de las personas que toman alcohol y drogas. Lo más grave de la patología médica, psiquiátrica y adictiva lo vamos a ver precisamente después de fin de año y Reyes", puntualiza a Europa Press Guardia Serecigni, que es también consultor senior en psiquiatría de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona.
Excesos socialmente permitidos
Para explicar este incremento en las recaídas Molina destaca que "es una época en la cual los excesos están permitidos socialmente, pero no sólo para las personas que tienen adicciones. Cualquier persona en general compra más, se gasta más dinero comprando, suele comer más, juega más, suele beber más alcohol, etc".
"En estas fiestas parece que el consumo de bebidas alcohólicas va asociado inevitablemente e, incluso es probable que haya una tendencia a que cada vez haya una mayor vinculación hasta el punto de que, en general, la gente ya no pueda concebir estas fiestas sin ingerir alcohol", advierte Guardia Serecigni.
"Esto -prosigue el experto- sitúa a las personas con problemas de adicción en una situación muy adversa. Ellos mismos consideran que no pueden hacer una vida normal simplemente por el hecho de que no puedan tomar alcohol o tengan que restringir su consumo".
De hecho, muchos de los pacientes en tratamiento por esta problemática podrían interrumpir su tratamiento. "Personas de nuestro centro que están en tratamiento por drogas u alcohol nos dicen que se niegan a tomar el medicamento. Van a interrumpir su tratamiento durante estos días porque ellos no conciben la posibilidad de que en estas fiestas no puedan ingerir estas sustancias", alerta el vicepresidente de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el alcohol, el alcoholismo y otras toxicomanías.
La 'Encuesta Domiciliaria sobre consumo de Alcohol y otras Drogas 2009-2010' ya ponía de manifiesto que casi el 15 por ciento de los españoles consume alcohol en forma de 'atracones' (cinco o más bebidas alcohólicas en un periodo corto de tiempo).
"Este patrón de consumo de riesgo, que no era tan frecuente, se está imponiendo y se considera francamente peligroso porque si uno ingiere varias bebidas alcohólicas en poco tiempo tiene un elevado riesgo de que sufra accidentes por el hecho de que la coordinación de sus movimientos está gravemente alterada", alerta el consultor senior en Psiquiatría de Barcelona.
"Esta forma de beber conlleva que se produzcan mayor número de accidentes de tráfico y conductas violentas, que tienen que ver con la violencia interpersonal o con los autolesiones y suicidios cuando la violencia se lanza contra uno mismo. En muchos de estos actos violentos detrás está el consumo de alcohol", asegura Guardia Serecigni.
Prevención
"Yo una de las cosas que hago es ir preparando a los pacientes para estas fechas", explica Molina. "Se hace un análisis de los riesgos. Se tiene en cuenta el grado de asociación. ¿Cuantos días has salido el 31 y cuantos de ellos has consumido?. Si, por ejemplo de los 20 días que has salido has consumido todos es que se tiene muy asociado ese día con consumir con lo cual es fácil que, aunque se vaya con la predisposición de no consumir, aparezca un deseo de consumo porque lo tienes asociado", detalla el experto.
"También se valora con qué gente va a ir. Si hay gente que va a estar consumiendo es fácil que se genere el deseo. ¿A qué lugar? Si tú ya lo tienes asociado es más fácil recaer. En definitiva, cuanto más factores se vayan sumando mayor probabilidad habrá de que, en un momento dado, la situación se vaya de las manos. Se hace una labor de concienciación analizando cada caso en concreto y que luego él o ella decida si le merece la pena o no salir", concluye Molina.
"No hay una estadística concreta -prosigue Molina-, pero a nivel observacional, en las consultas de Gran Canaria, se observó cómo se habían disparado las recaídas después del día 31. Es un análisis sólo a nivel observacional, pero los psicólogos que trabajamos en adicciones lo observamos".
"No hay estudios concluyentes, pero la experiencia que tenemos todos los profesionales que trabajamos con conductas adictivas es que en Navidad, en Semana Santa y en el mes agosto es cuando más recaídas se suelen producir", añade el vicepresidente de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el alcohol, el alcoholismo y otras toxicomanías, Josep Guardia Serecigni.
"Y después de estas fiestas de Navidad, ya sabemos que asistiremos las incidencias más graves dentro de las personas que toman alcohol y drogas. Lo más grave de la patología médica, psiquiátrica y adictiva lo vamos a ver precisamente después de fin de año y Reyes", puntualiza a Europa Press Guardia Serecigni, que es también consultor senior en psiquiatría de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona.
Excesos socialmente permitidos
Para explicar este incremento en las recaídas Molina destaca que "es una época en la cual los excesos están permitidos socialmente, pero no sólo para las personas que tienen adicciones. Cualquier persona en general compra más, se gasta más dinero comprando, suele comer más, juega más, suele beber más alcohol, etc".
"En estas fiestas parece que el consumo de bebidas alcohólicas va asociado inevitablemente e, incluso es probable que haya una tendencia a que cada vez haya una mayor vinculación hasta el punto de que, en general, la gente ya no pueda concebir estas fiestas sin ingerir alcohol", advierte Guardia Serecigni.
"Esto -prosigue el experto- sitúa a las personas con problemas de adicción en una situación muy adversa. Ellos mismos consideran que no pueden hacer una vida normal simplemente por el hecho de que no puedan tomar alcohol o tengan que restringir su consumo".
De hecho, muchos de los pacientes en tratamiento por esta problemática podrían interrumpir su tratamiento. "Personas de nuestro centro que están en tratamiento por drogas u alcohol nos dicen que se niegan a tomar el medicamento. Van a interrumpir su tratamiento durante estos días porque ellos no conciben la posibilidad de que en estas fiestas no puedan ingerir estas sustancias", alerta el vicepresidente de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el alcohol, el alcoholismo y otras toxicomanías.
La 'Encuesta Domiciliaria sobre consumo de Alcohol y otras Drogas 2009-2010' ya ponía de manifiesto que casi el 15 por ciento de los españoles consume alcohol en forma de 'atracones' (cinco o más bebidas alcohólicas en un periodo corto de tiempo).
"Este patrón de consumo de riesgo, que no era tan frecuente, se está imponiendo y se considera francamente peligroso porque si uno ingiere varias bebidas alcohólicas en poco tiempo tiene un elevado riesgo de que sufra accidentes por el hecho de que la coordinación de sus movimientos está gravemente alterada", alerta el consultor senior en Psiquiatría de Barcelona.
"Esta forma de beber conlleva que se produzcan mayor número de accidentes de tráfico y conductas violentas, que tienen que ver con la violencia interpersonal o con los autolesiones y suicidios cuando la violencia se lanza contra uno mismo. En muchos de estos actos violentos detrás está el consumo de alcohol", asegura Guardia Serecigni.
Prevención
"Yo una de las cosas que hago es ir preparando a los pacientes para estas fechas", explica Molina. "Se hace un análisis de los riesgos. Se tiene en cuenta el grado de asociación. ¿Cuantos días has salido el 31 y cuantos de ellos has consumido?. Si, por ejemplo de los 20 días que has salido has consumido todos es que se tiene muy asociado ese día con consumir con lo cual es fácil que, aunque se vaya con la predisposición de no consumir, aparezca un deseo de consumo porque lo tienes asociado", detalla el experto.
"También se valora con qué gente va a ir. Si hay gente que va a estar consumiendo es fácil que se genere el deseo. ¿A qué lugar? Si tú ya lo tienes asociado es más fácil recaer. En definitiva, cuanto más factores se vayan sumando mayor probabilidad habrá de que, en un momento dado, la situación se vaya de las manos. Se hace una labor de concienciación analizando cada caso en concreto y que luego él o ella decida si le merece la pena o no salir", concluye Molina.