Obama se desinfla en las encuestas tras la derrota en Pensilvania

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

 (Foto: EFE)
Por: COLPISA
Hillary Clinton tenía razón cuando anunció en Pensilvania que la marea había cambiado, y ahora los vientos soplaban a su favor. Es de suponer que no anticipaba la explosiva resurrección del reverendo Jeremiah Wright, pero las últimas encuestas demuestran que su abrumadora ventaja de diez puntos en Pensilvania ha logrado que el electorado pierda la fe en Barack Obama.
Según una encuesta del diario The New York Times y CBS, realizada a lo largo del fin de semana pero publicada hoy, el porcentaje de quienes creen que Obama ganará la nominación presidencial del Partido Demócrata ha caído drásticamente un 18% en comparación al mes anterior. Entonces, impulsado por las once victorias consecutivas que siguieron al empate del supermartes, el 69% daba por hecho que se enfrentaría a John McCain en noviembre, mientras que ahora sólo el 51% lo ve tan claro.

Es más, el porcentaje de quienes creen que es el candidato demócrata con mejores posibilidades para batir al republicano también ha caído ocho puntos.

Lo peor es que este desplome aún no recoge en toda su dimensión el daño que le ha hecho la reaparición del reverendo Wright. La encuesta de tres días comenzó el viernes pasado. Esa noche el pastor de Chicago concedió su primera entrevista de televisión en la cadena PBS, pero resultó francamente moderado para lo que se ha visto después. No fue hasta el lunes por la mañana, en el National Press Club, bajo un interrogatorio sin cuartel similar al que sufriera Mahmud Ahmadinejad en la Universidad Columbia, cuando explotó como un volcán.

Ahí es cuando apareció como un negro resentido por siglos de esclavitud, ciego de ira y dispuesto a celebrar la muerte de sus compatriotas en el 11-S, además de abrazar las teorías de la conspiración que acusan a EEUU de haber inventado el sida para acabar con negros y homoxesuales, e incluso alabar al temido Louis Farrakhan, líder del radicalismo negro musulmán.

El menos patriota

A Obama ya se le creía culpable por asociación a través de los sermones del pastor difundidos en YouTube. Sólo el 29% de los de los votantes le considera «muy patriota», en comparación al 40% que ve así a Hillary Clinton. Pero si de patriotismo se trata, el héroe de Vietnam que pasase cinco años en un campo de concentración les gana a los dos, con el 70%.

De hecho, hasta el domingo, Obama seguía siendo el candidato con más posibilidades de vencer a McCain, según la encuesta del New York Times. Allí ambos empatan a 45%, mientras que si la candidata demócrata es Clinton, perdería por 43 a 48. Claro, que en plena campaña hay encuestas para todos los gustos. Un sondeo de Gallup realizado días antes otorga a Clinton la ventaja de 47 a 45 sobre McCain, mientras que Obama quedaría un punto por debajo del republicano.

Al senador de illinois que se la juega el martes en Indiana le cayó hoy un salvavidas en medio de la tormenta. Joe Andrew, un ex presidente del Partido Demócrata, que fuera nombrado por Bill Clinton, salió a la palestra voluntariamente para anunciar que se pasa a su bando, pese a que previamente había prometido su voto de superdelegado a la ex primera dama. Andrew cree que es hora de acabar con el duelo antes de que éste acabe con las posibilidades del Partido Demócrata de recuperar la Casa Blanca en noviembre.

Además, ha animado a sus colegas a que sigan su ejemplo con una carta personal que le ha enviado a todos los superdelegados. El lema de «Si quieres acabar con el drama, vota por Obama», aparecido en Pensilvania, ha calado en quienes tendrán la última decisión.
« No he hablado ni con Clinton ni con Obama», dijo Andrew a la CNN. «Ni pido perdón ni permiso. Hago lo que creo correcto».

Todo parece indicar que los superdelgados esperarán a que acabe de pronunciarse el pueblo el 3 de junio, pero lo verdaderamente dramático sería que dieran la victoria al candidato menos votado. Si Obama no se desploma el martes, las matemáticas estarán de su parte, pero el 70% de los votantes no espera ya una decisión hasta la convención del partido a final de agosto, según la encuesta del New York Times.