ONG españolas inician trabajos para llevar ayuda a Birmania, aunque las malas condiciones dificultan su labor

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
Organizaciones españolas y delegaciones en España de ONG internacionales iniciaron hoy los trabajos para llevar ayuda a Birmania, donde el ciclón 'Nargis' se ha cobrado al menos 22.464 vidas y ha ocasionado la desaparición de unas 41.000 personas, según los últimos datos facilitados por la Junta Militar. Sin embargo, las condiciones sobre el terreno, --en algunas regiones ha quedado destruido el 95% de las viviendas--, dificulta mucho su labor.
Médicos sin Fronteras, cuyos equipos han evaluado la situación en todos los municipios de Rangún (la capital) incidió en que "para los actores humanitarios resulta esencial tener un acceso inmediato y sin restricciones a toda la población afectada". La organización ha comenzado a repartir alimentos, plásticos para refugio y kits de cloración del agua.

La red internacional de World Vision tildó la situación de "caótica". Según explicó el director de World Vision Birmania, James Tumbuan, "Rangún está totalmente colapsado. Todas las carreteras están bloqueadas y obtener agua potable es un problema. Ahora necesitamos urgentemente sistemas de purificación de agua porque no tendremos electricidad en días".

La ONG, para quien la prioridad ahora "son los niños", comenzó hoy el reparto de 10.000 kilos de arroz, 7.000 litros de agua, lonas y mantas, pero señaló que "aún se necesitan medicina y refugios temporales para los supervivientes" que eviten la proliferación de enfermedades infecciosas propias de la contaminación del agua, por lo que llamó a la solidaridad internacional.

La misma llamada lanzó hoy Cruz Roja Española, tras enviar una partida inicial de 30.000 euros a su homónima local procedentes del fondo de emergencias. Los voluntarios de la organización en el terreno se encuentran repartiendo productos básicos a la población desde la llegada del ciclón el sábado y la Federación Internacional ha transferido a Birmania un total de 120.000 euros para apoyar las tareas.

Para la organización, lo más urgente es proporcionar a la población refugios de emergencia y agua potable, un extremo en el que coinciden todas las ONG, porque, tal y como advirtió esta mañana Acción contra el Hambre, la tormenta ha ensuciado o salinizado los pozos y destrozado las cosechas, en ciernes de la recolección.

Este no es el único problema de los birmanos. El precio del agua se ha multiplicado por cinco en los barrios de Rangún mientras el arroz y el combustible se han disparado un 60 por ciento en a penas tres días, por el temor a una posible falta de abastecimiento, aseguró el jefe de misión de Acción contra el Hambre-Francia en el país, Félix Léger.

La organización, cuya facción francesa ya ha puesto en marcha una intervención de emergencia para socorrer a los damnificados, afirma que los daños afectan a "millones de personas" y "las dificultades de acceso, la interrupción de las comunicaciones telefónicas, el bloqueo de los caminos, la falta de electricidad, el cierre del aeropuerto y el aislamiento de los distritos más afectados en el sur limitan enormemente el acceso de la ayuda humanitaria".

EN LA ZONA MÁS CASTIGADA

"Nuestros cooperantes en la zona informan de que miles de damnificados corren el riesgo de quedarse sin agua, alimentos y un lugar donde dormir", explica Acción contra el Hambre, quien señala además, que "la devastación Irrawady, en el sur, conocido como el granero del país, pone en serio riesgo la seguridad alimentaria de los birmanos en los próximos meses".

Es allí donde las necesidades de agua potable son prioritarias. Siendo la región más afectada por el ciclón, con vientos que han sobrepasado los 200 km/hora, la zona se caracteriza por la presencia de numerosos meandros y entradas de mar. Allí viven unos siete millones de personas y se estima que el 80% de los pueblos costeros han quedado destruidos.

Para acceder a ellos, la Red Internacional de Cáritas pidió a la Junta Militar que se esfuerce para facilitar la labor de las organizaciones humanitarias porque "los primeros días son cruciales para salvar vidas".

La organización cuenta con 162 miembros en la región, a los que se irán sumando trabajadores de otras divisiones en las próximas horas como parte de este plan de emergencia. Sin embargo, Cáritas señala que los sistemas de comunicaciones se han visto seriamente afectados, por lo que reclaman al Gobierno que "haga todo lo posible para ayudar a los cooperantes en la respuesta humanitaria".