Plantas de tabaco para vacunas contra el linfoma

04/11/2010 - 15:08 E.P.

Un equipo de investigadores de la Clínica Universidad de Navarra y el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) ha puesto en marcha un ensayo clínico internacional para producir, con plantas de tabaco, nuevas vacunas idiotípicas personalizadas contra el linfoma folicular.

El estudio, impulsado y patrocinado por Bayer, tiene como objetivo valorar la eficacia de las proteínas obtenidas de la planta del tabaco mediante la nueva tecnología con la que se elaboran las vacunas idiotípicas contra este cáncer, que cada año se diagnostica a 5.000 personas mayores de 40 años en España.

El nuevo procedimiento desarrollado por la farmacéutica alemana consigue acortar el plazo de obtención de estas vacunas a tan solo seis semanas. Hasta el momento, el tiempo de elaboración de estos preparados personalizados se sitúa en unos nueve meses, dada la complejidad de la producción de un medicamento individualizado para cada paciente.

Las vacunas idiotípicas están elaboradas con las células tumorales del propio paciente que presentan en su superficie una proteína, denominada inmunoglobulina (que tiene una parte específica que es el idiotipo).

"Esta proteína de superficie, tras una manipulación adecuada, puede utilizarse como vacuna terapéutica, ya que representa un antígeno (sustancia capaz de estimular al sistema inmune) específico para ese tumor concreto", explica el director del estudio, el doctor Maurizio Bendandi.

"Así --continúa-- el objetivo de la vacuna es activar el sistema inmune para que reconozca y destruya las células tumorales. Este procedimiento podría resultar útil para la mayoría de los linfomas no-Hodgkin, no sólo para el linfoma folicular, ya que en los linfomas sabemos claramente cuál es el antígeno contra el que hay que dirigir la respuesta".

Ensayo en Fase I con 20 pacientes
El ensayo clínico se encuentra en fase I y tiene previsto desarrollarse hasta 2012 en una muestra de 20 pacientes. El reclutamiento y posterior tratamiento de los enfermos con linfoma folicular participantes se lleva a cabo en el Southwestern Medical Center de Dallas (Estados Unidos).

Respecto a la estructura del estudio, los responsables explican que la vacuna personalizada se producirá en Alemania para más tarde ser enviada a Dallas, donde se administrará al paciente correspondiente mediante una inyección subcutánea que se aplicará, en cada uno de los casos, a una media de seis dosis durante medio año.

La elaboración de las vacunas en Alemania comienza con la extracción de la información genética que codifica el antígeno de las células tumorales del paciente. Esta información se introduce después en un virus que, a su vez, se inocula en una bacteria. A continuación, la bacteria infectará la planta del tabaco, que asimila la información genética y comienza a fabricar la proteína del tumor humano (idiotipo).

Posteriormente, esta proteína deberá someterse a un proceso de purificación para, a partir de ella, poder elaborar la vacuna. Mientras se elabora la vacuna, el paciente es tratado en el centro estadounidense con quimioterapia convencional con el objetivo de reducir al máximo el tumor, "ya que durante años de investigación hemos comprobado que si la masa tumoral es importante, la vacuna no es efectiva", comenta el doctor Bendandi.

"Si se consigue que la quimioterapia reduzca considerablemente el tumor, entonces el sistema inmune, activado mediante las vacunas, sí se muestra capaz de eliminar las células tumorales", subraya.

Analizar la eficacia en el laboratorio
De momento, el estudio ya se ha puesto en marcha en 12 pacientes a quienes, en el centro de Dallas y bajo la supervisión de los especialistas de la Universidad de Navarra, se les ha extirpado un ganglio afectado. Remitidas las muestras a los laboratorios español y alemán, actualmente se elaboran las vacunas personalizadas con el material genético del tumor de cada uno de los pacientes. De los doces reclutados hasta la fecha, uno ya ha sido vacunado.

El trabajo posterior de los investigadores de la Clínica Universidad de Navarra y del CIMA será el de valorar la respuesta de cada uno de los pacientes al tratamiento inmunológico, para lo que se encargarán de analizar las extracciones de sangre realizadas a cada enfermo participante, remitidas desde Dallas.

En concreto, el parámetro que se medirá en España será la producción, por parte del sistema inmunológico del paciente, de anticuerpos contra el tumor así como de células capaces de reconocer y destruir las células tumorales.