¿Quieres saber cómo no engordar ni un gramo esta Navidad?
17/12/2010 - 12:42
Cuando estamos siguiendo una dieta para adelgazar y se acercan las fiestas, no podemos evitar temer una subida de la báscula. Veremos como es sencillo comer normal en estos días sin aumentar de peso.
Los dietistas de MenuDiet.es afirman que no es adecuado recurrir a técnicas demasiado drásticas para evitar subir unos kilos durante las fiestas, como son las dietas a base de frutas o los ayunos. La forma más eficaz es ordenar nuestras comidas como se expone a continuación.
Se aproximan días en los que los compromisos sociales, las exquisitas recetas que elaboramos y la gran variedad de dulces y bebidas a nuestro alcance no nos dejan otra opción, ¡tenemos que picar aunque estemos siguiendo una dieta para adelgazar!
Se tiende a pensar que lo más adecuado es hacer dieta restrictiva los días anteriores y posteriores a las fiestas, pero ¿es esta la verdadera solución?
¡En realidad no! Estas prácticas van a conseguir despertar nuestra ansiedad, la cual se acrecentará aun más cuando nos encontremos en las grandes cenas rodeados de tanta comida, lo cual nos empujará a comer compulsivamente y sin control.
La solución más sencilla, eficaz y sensata es llevar una dieta adecuada los días antes de las fiestas, que sea ligerita pero completa. De este modo, los días de las grandes cenas en las que estamos rodeados de alimentos especialmente calóricos podremos mantener el control, comiendo de todo en cantidades moderadas.
Para que la ansiedad se mantenga calmada es especialmente importante llevar un esquema de comidas muy ordenado los días previos:
Se aproximan días en los que los compromisos sociales, las exquisitas recetas que elaboramos y la gran variedad de dulces y bebidas a nuestro alcance no nos dejan otra opción, ¡tenemos que picar aunque estemos siguiendo una dieta para adelgazar!
Se tiende a pensar que lo más adecuado es hacer dieta restrictiva los días anteriores y posteriores a las fiestas, pero ¿es esta la verdadera solución?
¡En realidad no! Estas prácticas van a conseguir despertar nuestra ansiedad, la cual se acrecentará aun más cuando nos encontremos en las grandes cenas rodeados de tanta comida, lo cual nos empujará a comer compulsivamente y sin control.
La solución más sencilla, eficaz y sensata es llevar una dieta adecuada los días antes de las fiestas, que sea ligerita pero completa. De este modo, los días de las grandes cenas en las que estamos rodeados de alimentos especialmente calóricos podremos mantener el control, comiendo de todo en cantidades moderadas.
Para que la ansiedad se mantenga calmada es especialmente importante llevar un esquema de comidas muy ordenado los días previos:
- Desayuno completo formado por una tostada, un vaso de leche desnatada y fruta.
- Media mañana y merienda: Fruta, yogur, fiambre de pavo o jamón york.
- Comida y cena: Para aligerar la dieta los días previos y posteriores y deshacernos de unos kilos, podemos aligerar la dieta sin desequilibrarla sustituyendo los primeros platos a base de pasta, arroz, legumbre o patata por platos de verduras. De segundo una carne magra, un huevo o un pescado será ideal. Se puede acompañar la comida con 30-40 gramos de pan.
- Si vas a beber alcohol, intercala entre cada copa un vasito de agua.
- Suma una ensaladita abundante al menú elegido para la cena, te ayudará a saciarte.
- Evita los alimentos calóricos que no te llamen demasiado la atención, recuerda que los mariscos cocidos o a la plancha, el lomo embuchado o jamón york, lacón a la gallega, gulas, boquerones en vinagre, etc son opciones menos calóricas de las que podrás disfrutar libremente estos días.
- De plato principal, es mejor optar por pescados que por carnes, pues suelen ser carnes grasas; las sopitas de Navidad también muy valoradas estos días son una opción muy ligera.
- Con los postres y dulces, es mejor no excederse y comer lo que realmente nos apetece de verdad, nunca se debe comer por comer de forma automática.
Como vemos es posible permitirse caprichos aun cuando queremos cuidar nuestra línea, el secreto está en hacerlo con cabeza y sensatez. Si llevamos una rutina de comidas ordenadas y ligeritas, no pasa nada por hacer un paréntesis en las ocasiones especiales. Estos pequeños excesos no conseguirán aumentar de forma notable el porcentaje de grasa corporal.
