Raskulls. Calados (de risa) hasta los huesos

Lo mejor:
- El sentido del humor.
- La originalidad de la propuesta.

Lo peor:
- Termina haciéndose repetitivo.
- Algo limitado técnicamente.

Tres ratas piratas (?) navegan por el espacio a bordo de un barco autopropulsado en busca del planeta Queso, pero la falta de combustible provoca que la nave termine estrellándose en mitad del planeta Raskull. Una vez allí, los 'pirratas' averiguan que los habitantes de ese mundo poseen unas piedras preciosas capaces de actuar como combustible para su barco, por lo que, sin pensarlo dos veces, se lanzan a por ellas. Pero, claro, los Raskulls, unos esqueletos disfrazados de dragón, policía, Caperucita Roja* no les van a poner las cosas fáciles.

Para empezar, el rey decreta un torneo que dictaminará quién será el poseedor de las piedras y ahí es donde entramos nosotros. Manejando a los Raskulls tenemos que completar una serie de escenarios en los que iremos recuperando las joyas poco a poco. Para hacerlo, vamos cambiando de personaje según pasamos de un mundo a otro, aunque las habilidades son siempre las mismas para todos.

Básicamente, el juego mezcla al máximo nivel plataformas con puzles, de manera que avanzar se consigue destruyendo bloques de colores colocados por todas partes. Para acabar con ellos contamos con un bastón que lanza rayos y cuyo efecto se puede modificar gracias a una serie de ítems que aparecen diseminados por la pantalla. De esta forma, podemos destruir bloques uno a uno, en línea, transformándonos en bola de fuego, etc. También podemos conseguir un impulso con el que nuestro personaje se acelera y realiza todo en mucho menos tiempo. Siempre con la intención de alcanzar la meta.

Para darle variedad, las misiones van cambiando los objetivos de manera que, muy a menudo, tendremos que competir con otros Raskulls para ver quién llega antes a la meta; completar un determinado número de vueltas a un circuito en menos de dos minutos; alcanzar el final de la fase sin que nos quedemos sin impulso* y os aseguramos que en más de una ocasión os pondréis tensos viendo que el tiempo se acaba y no sois capaces de terminar.

Risas aseguradas
Por encima de todo, lo que define este 'Raskulls' es su fino sentido del humor, que no sólo se transmite durante las misiones, si no que cada uno de los diálogos (y hay muchos) contiene altas dosis de surrealismo (que además es inteligente). Por eso, os sorprenderéis a vosotros mismos echando unas buenas carcajadas en mitad de una escena de vídeo o durante las charlas entre los personajes.

En general, este tono distendido es el que marca todo el juego, incluso a nivel técnico, ya que los escenarios están repletos de colorido y de elementos extraños. Lo mismo sucede con la música, muy alegre y divertida. Esto, evidentemente, ofrece como resultado un apartado técnico medio, casi discreto. Con esto no estamos diciendo que sea algo negativo, todo lo contrario: el aspecto del juego va totalmente acorde con su filosofía, que no es otra que la de sus protagonistas, unos personajes ingenuos, chapucerillos y muy divertidos.

Mejor en compañía
'Raskulls' tiene un modo para un jugador, la 'Megabúsqueda', que no es otra cosa que el modo historia del que ya hemos hablado. Es algo corto, así que en unas pocas horas lo habréis completado. Tienes opciones para rejugar, ya que algunas zonas sólo se desbloquean consiguiendo determinado número de medallas, pero aún así se hace corto.

A la 'Megabúsqueda' le acompañan el 'Gran Premio' y la 'Carrera Rápida', que aunque se pueden jugar individualmente es mejor disfrutarlos en compañía. El primero consiste en conseguir copas superando cuatro misiones para cada uno de los torneos. En la 'Carrera Rápida', como su propio nombre indica, competimos en una carrera cuyo objetivo es llegar primeros a la meta, sin más. Ambos modos están pensados para un máximo de cuatro jugadores, ya sea offline o en línea.

El gran defecto del juego radica en la escasa variedad del desarrollo, ya que después de un par de horas resulta evidente que todo consiste en destruir bloques a mayor o menor velocidad. Y aunque la diversidad de misiones maquilla un poco el resultado, lo cierto es que al final resulta demasiado patente, sobre todo en el modo para un jugador.

Esto no quita para que estemos ante un juego divertidísimo, con una apuesta original e ideal para echarse un pique con los colegas más allá de los clásicos partidos de fútbol o de las carreras de coches. El caso es que podríamos estar ante un título casi perfecto de no ser por la falta de ideas en cuanto a desarrollo se refiere.

Conclusión
Como juego de plataformas y puzles, 'Raskulls' es impecable: cuenta con una propuesta original, muy divertida, variedad de personajes (hay 20 distintos), una trama surrealista* Además, tiene buenas opciones para el modo multijugador, tanto online como en offline. Su único 'problema' es la falta de variedad en el desarrollo, un desarrollo que se termina haciendo bastante repetitivo. Sin embargo, el conjunto es muy recomendable porque lo pasaréis muy bien, tanto solos como en compañía.

Nota
Gráficos: Los escenarios son simplotes así como las escenas de vídeo, pero eso es justo lo que se está buscando, así que nada que reprochar. 7,5.
Sonido: La música es divertida, y aunque los efectos son escasos, el conjunto resulta más que suficiente. 7.

Diversión: El juego os lo hará pasar muy bien. Aunque no es largo y se hace algo repetitivo, tiene opciones para rejugarlo y el multijugador es bueno. 9.
Total: El juego os gustará en todos sus aspectos, pero la sensación que os quedará al final es que le falta un 'no sé qué' para que os termine de llenar. 7,5.

Desarrollado por Halfbrick y editado por Microsoft, 'Raskulls' ya está disponible para Xbox 360 por 800 Microsoft Points y para mayores de 3 años, según el código PEGI.