Rodin al desnudo en la fundación Mapfre
01/10/2010 - 09:45
Por: MIGUEL LORENCI. COLPISA
Auguste Rodin (1840-1917) jamás dibujó bocetos para sus geniales esculturas. Cuando ya estaba consagrado como un astro de la escultura, en plena madurez, comenzó a dibujar desnudos como un poseso, casi siempre femeninos.
Pedía a sus modelos que se sintieran libres en su estudio, que se acariciaran y adoptaran las poses más atrevidas, provocativas y extravagantes. Ahora, las revolcionarias esculturas con las que renovó una visión de desnudo estancada desde el clasicismo y sus tardíos dibujos de un altísimo voltaje erótico pueden disfrutarse en la muestra que abre la fundación Mapfre en sus salas de Madrid (General Perón, 40, www.exposicionesmapfrearte.com).
Se titula Rodin al desnudo y confronta casi un centenar de dibujos con una treintena de esculturas 12 bronces, 3 mármoles y 18 yesos-, algunas de las cuales jamás habían salido del museo Rodin de París, como el delicado y frágil yeso original de El beso o el delicado mármol de las Manos de amantes.
Escalofrío erótico
Es un paseo por el Rodin esencial según afirmó el director de la Fundación Mapfre, Pablo Jiménez, orgulloso de haber suscrito el acuerdo que ha permitido mostrar los tesoros del Museo Rodin de París en España. Rodin es el gran escultor del cambio de siglo, el renovador de la tradición a través del desnudo, que acerca el arte a la vida con una práctica creativa atravesada por ese gran escalofrío erótico que sacude el arte europeo en el paso del siglo XIX al XX.
Y es que los dibujos de alto voltaje erótico que reúne la muestra son lo más atractivo de una exposición que hubiera sido memorable sólo con las 33 esculturas en la que también se prima el deseo sexual, como Iris, mensajera de los dioses o Mujer en cuclillas, en las que también se muestra el sexo femenino en poses que se consideraron obscenas.
Estamos a finales del XIX, en los años de Freud, Flaubert, Coubert, Kilmt o Egon Schiele, cuando los creadores descubren a una mujer con sexo que se aleja del arquetipo romántico. Una tendencia que se exacerba en un Rodin que demuestra un talento especial para trasmitir la sensualidad de los cuerpos sin recurrir a escenas explícitas asegura Pablo Jiménez.
Lo corrobora Dominique Vieville, director del Museo Rodin de París, quien explica que los dibujos de alta carga erótica de Rodin no son una excepción en su extensa producción.
Se titula Rodin al desnudo y confronta casi un centenar de dibujos con una treintena de esculturas 12 bronces, 3 mármoles y 18 yesos-, algunas de las cuales jamás habían salido del museo Rodin de París, como el delicado y frágil yeso original de El beso o el delicado mármol de las Manos de amantes.
Escalofrío erótico
Es un paseo por el Rodin esencial según afirmó el director de la Fundación Mapfre, Pablo Jiménez, orgulloso de haber suscrito el acuerdo que ha permitido mostrar los tesoros del Museo Rodin de París en España. Rodin es el gran escultor del cambio de siglo, el renovador de la tradición a través del desnudo, que acerca el arte a la vida con una práctica creativa atravesada por ese gran escalofrío erótico que sacude el arte europeo en el paso del siglo XIX al XX.
Y es que los dibujos de alto voltaje erótico que reúne la muestra son lo más atractivo de una exposición que hubiera sido memorable sólo con las 33 esculturas en la que también se prima el deseo sexual, como Iris, mensajera de los dioses o Mujer en cuclillas, en las que también se muestra el sexo femenino en poses que se consideraron obscenas.
Estamos a finales del XIX, en los años de Freud, Flaubert, Coubert, Kilmt o Egon Schiele, cuando los creadores descubren a una mujer con sexo que se aleja del arquetipo romántico. Una tendencia que se exacerba en un Rodin que demuestra un talento especial para trasmitir la sensualidad de los cuerpos sin recurrir a escenas explícitas asegura Pablo Jiménez.
Lo corrobora Dominique Vieville, director del Museo Rodin de París, quien explica que los dibujos de alta carga erótica de Rodin no son una excepción en su extensa producción.