Sabiashvili, arte naturalista a través de plumas de colores
01/10/2010 - 09:45
Por: MAR GATO. MADRID
El Estudio de Laura Domínguez alberga esta original muestra artística
Ni óleo ni acuarelas, sólo plumas de colores. Éstas son las únicas herramientas utilizadas por Tamara Sabiashvili para configurar las 13 obras maestras que atesoran estos días las paredes del Estudio de Laura Domínguez en la capital, a todas luces original. Su quehacer no está exento de un gran esfuerzo de recopilación de plumas, muchas de ellas procedentes de su lugar natal, Georgia de donde se las envían sus seres queridos; otras tienen su origen en la propia provincia de Guadalajara, visitada en sus cuatro costados para buscar con mucho mimo su elemento vital de creación.
Este gusto por la composición plumística se remonta hace 20 años atrás, momento en el que decide colgar los pinceles y dejar a un lado los óleos y acuarelas para experimentar con la suavidad y textura de este elemento propio de la naturaleza al que no somete a ningún tipo de alteración. Desde entonces, no ha parado de dar forma a paisajes, naturalezas muertas y bailarinas con simples plumas de colores, a las que da forma y fija con pegamento y un cristal que resguarda su trabajo compositivo ante posibles variaciones.
Sus obras ya han sido vistas en países tan dispares como Rusia, Francia, Alemania y ahora también España, siendo Guadalajara uno de los lugares que ha tenido el privilegio de ser pionera en albergar una pequeña muestra de su amplia colección. Con ellas mostrará su sentimiento, emoción y su gusto por la naturaleza, a la que se siente muy apegada. Tanto es así, que ella es la razón de ser que sus composiciones se inicien en este espacio caprichoso y terminen siendo toda una obra de arte dedicada a ella.
Procedente de una familia de artistas, Tamara lucha junto con su marido por hacerse un hueco en las galerías de arte de Guadalajara y Madrid. Su andadura y trayectoria por tierras españolas durará lo que tenga que durar el cumplimiento de sus sueños como artista y la formación musical de su hijo en las lides pianísticas. Sólo cuando éstas terminen, Tamara podrá regresar a su lugar de origen para proseguir con un trabajo de delicadeza extrema al que ha dedicado y dedicará gran parte de su vida.
Mientras llega el que se prevé aún un lejano día, todavía hay tiempo de disfrutar de las obras de esta artista de espíritu libre. Su obra permanecerá expuesta hasta mediados del mes de septiembre en el Estudio de Laura Domínguez, sito en la calle Marqués de Santillana. 1.
Sus obras ya han sido vistas en países tan dispares como Rusia, Francia, Alemania y ahora también España, siendo Guadalajara uno de los lugares que ha tenido el privilegio de ser pionera en albergar una pequeña muestra de su amplia colección. Con ellas mostrará su sentimiento, emoción y su gusto por la naturaleza, a la que se siente muy apegada. Tanto es así, que ella es la razón de ser que sus composiciones se inicien en este espacio caprichoso y terminen siendo toda una obra de arte dedicada a ella.
Procedente de una familia de artistas, Tamara lucha junto con su marido por hacerse un hueco en las galerías de arte de Guadalajara y Madrid. Su andadura y trayectoria por tierras españolas durará lo que tenga que durar el cumplimiento de sus sueños como artista y la formación musical de su hijo en las lides pianísticas. Sólo cuando éstas terminen, Tamara podrá regresar a su lugar de origen para proseguir con un trabajo de delicadeza extrema al que ha dedicado y dedicará gran parte de su vida.
Mientras llega el que se prevé aún un lejano día, todavía hay tiempo de disfrutar de las obras de esta artista de espíritu libre. Su obra permanecerá expuesta hasta mediados del mes de septiembre en el Estudio de Laura Domínguez, sito en la calle Marqués de Santillana. 1.