Sarkozy inicia una reforma constitucional para modernizar la V República

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
El Consejo de ministros francés adoptó ayer el proyecto de reforma constitucional con el que el presidente Nicolas Sarkozy pretende "modernizar" la V República. El texto, que ahora deberá someterse al visto bueno de la Asamblea nacional, prevé, entre otras cosas, la posibilidad de que el Jefe del Estado intervenga ante el Parlamento, algo que la actual Constitución impide.
El Partido Socialista considera que la revisión "no va lo suficientemente lejos" como para modernizar la democracia francesa y reclama al Gobierno compromisos claros sobre el modo de elección en la Asamblea, el censo electoral del Senado y la igualdad audiovisual entre el Ejecutivo y la oposición. Los diputados del Nuevo Centro, por su parte, temen ser laminados por el bipartidismo. La reforma de las instituciones fue lanzada por Sarkozy en julio de 2007 con el objetivo de modernizar la V República "sin pasar página" y contando con un debate "abierto a todas las sensibilidades".
La revisión pretende aumentar el papel y las prerrogativas del Parlamento con la elaboración de un orden del día compartido, la discusión en sesión plenaria de los proyectos adoptados en comisión y el establecimiento de límites al artículo 49-3, que permite al Gobierno adoptar una ley sin votarla. Así, sólo podrá recurrirse a esta vía, usada normalmente para vencer las reticencias de la oposición o las rebeliones de la mayoría parlamentaria, los proyectos de ley de finanzas y un proyecto de ley por sesión. Como contrapartida, el jefe del Estado podrá dirigirse al Parlamento cuando las dos Cámaras se reúnan en Versalles, posibilidad a la que los socialistas son del todo hostiles.
Lo que para el Elíseo supondrá una "revolución" en la manera de gobernar, para algunos magistrados del Consejo de Estado la revisión hará todavía más difícil el gobierno del país y la aplicación de las reformas.
Entre las nuevas garantías dadas a este nuevo parlamentarismo figura limitar a dos los mandatos presidenciales, que el nombramiento del presidente cuente con la opinión de una comisión formada por miembros de las dos Cámaras y que los parlamentarios puedan recuperar su escaño en la misma legislatura después de haber ocupado funciones ministeriales.

Entre los puntos delicados figura la supresión del artículo 88-5 de la Constitución, modificado en 2005 bajo la presidencia de Jacques Chirac para imponer la obligación de un referéndum obligatorio antes de cualquier nueva ampliación de la Unión Europea.

Los diputados de la UMP hostiles a la entrada de Turquía en el club europeo temen que el Gobierno ceda a la tentación de recurrir a la vía parlamentaria para suprimir este freno a la adhesión de Turquía.

Según 'Le Monde', el Consejo de Estado advierte de que algunas disposiciones del texto alteran profundamente la relación entre el presidente, el gobierno y el Parlamento. Desde la campaña electoral, el presidente francés defendió una revisión que dará más poder político al Parlamento frente a un presidente reforzado por el quinquenato y la práctica del poder.

Si el texto es adoptado, el Gobierno podría perder algunas prerrogativas, que hacen de la V República francesa un estricto régimen parlamentario. El proyecto de revisión constitucional recoge en su mayoría las propuestas elaboradas por una comisión encabezada por el ex primer ministro Edouard Balladur.

MAYORÍA DE TRES QUINTOS

Ahora tiene que adoptarse por las dos Cámaras y luego contar con una mayoría de tres quintos en el Congreso de Versalles que reunirá a los parlamentarios de la Asamblea nacional y el Senado. Para lograr este respaldo será necesario contar con la abstención de una treintena de socialistas, dado que no basta con los votos de la mayoría parlamentaria que apoya al Gobierno.

Para recabar apoyos, el primer ministro, François Fillon, lanzará una ronda de consultas los próximos 6 y 7 de mayo antes de que el proyecto se vea en primera lectura en la Asamblea nacional, la semana del 19 de mayo.

Para el presidente de la Cámara baja, Bernard Accoyer, la reforma sólo tiene "ventajas" para el buen funcionamiento de las instituciones y cree, por tanto, que no habrá "muchos problemas" en el seno de la mayoría parlamentaria que apoya al Gobierno (la UMP) para adoptarla.