Sigüenza, Atienza y Pastrana muestran las mejores piezas del patrimonio religioso

28/02/2012 - 13:58 E.Jaraba

Perderse por tierras de Guadalajara para conocerla, patearla, contemplarla, sentirla, olerla y degustarla puede tener muchas justificaciones: su patrimonio arquitectónico, sus fiestas, sus recursos medioambientales, su gastronomía, sus costumbres. Otra variable que también practican los viajeros, a veces de forma premeditada y otras meramente casual, es la que combina cultura y religión y que en Guadalajara ofrece el conocimiento de un valioso y espléndido patrimonio religioso a través del propio Museo Diocesano de Arte Antiguo de Sigüenza, donde la Diócesis presenta su legado, y cuatro museos parroquiales, tres en Atienza – Museo de Arte Religioso de San Gil, Museo de Arte Religioso y Paleontológico de San Bartolomé y Museo de Arte Religioso y de la Caballada- y uno en Pastrana.
    Para el delegado diocesano de Patrimonio de la Diócesis Sigüenza-Guadalajara, Luis Herranz, los museos religiosos son algo más que un espacio donde se muestran piezas de valor relacionadas con la Iglesia y su historia, “son lugares donde, a través de los objetos que albergan, se manifiesta la fe y se facilita el gozo de la belleza”. Además, indica que los museos de la Iglesia “sin excluir la faceta artística y cultural del arte religioso, presentan su dimensión evangelizadora y catequética”.  
    El otoño y la primavera, según han explicado los responsables de los cinco museos religiosos de Guadalajara, son las épocas del año en la que más visitas reciben. Entre el público que asiste, además de estudiosos del arte e historiadores, también se encuentran estudiantes y grupos, bien de familias o amigos o de asociaciones. En todos los casos, los museos ofrecen visitas guiadas para aquellos que quieren conocer todos los detalles de estos espacios. Toda la información de los museos se puede consultar a través de las páginas web de los ayuntamientos de los que dependen, esto es Sigüenza (www.siguenza.es), Pastrana (www.pastrana.org) y Atienza (www.atienza.es), además el museo seguntino cuenta con su propia web (www.obsigus.e.telefonica.net). En cuanto a los precios, en el caso de Sigüenza la entrada es de 3 euros individual, y dos euros en grupo; en la Colegiata, 2,5 euros individual y 2 euros en grupo y los museos de Atienza, 1,5 euros individual y se establece una entrada de 3 euros para poder conocer los tres museos con los que cuenta.  
El protagonismo de estos museos no radica solo en las colecciones que atesoran y custodian sino en las características de los propios edificios que les acogen. En el caso de Sigüenza, el museo se encuentra en el que fue un palacete neoclásico que durante unos 400 años fue propiedad de la familia Gambo hasta los años veinte y que se conocía como Antigua Casa de los Barrena”. Tras diferentes usos, en 1956 es adquirido por la Diócesis Sigüenza-Guadalajara para convertirlo a finales de los sesenta en el Museo Diocesano, concretamente en 1968. Posteriormente el museo se fue ampliando y será en siglo XXI cuando se acometa su remodelación y rehabilitación que se inauguró en marzo de 2006 y que ofrece una cuidada presentación del patrimonio religioso de la Diócesis.
    Los museos atencinos merecen su visita no solo por conocer su contenido, sino la belleza de las iglesias románicas que los acogen San Gil, San Bartolomé y la Santísima Trinidad, donde este estilo presenta en estos templos las características de este estilo arquitectónico que dejó sus seña de identidad en estas tierras altas de Guadalajara. Mientras, en la Pastrana, su museo dispone de piezas que aparecen en todo el recinto de la iglesia colegiata, que se construyó sobre una antigua iglesia gótica del los siglos XIII-XIV por el primer duque de Pastrana.

Una gran sorpresa
A diferencia de los otros museos religiosos de la provincia, el de Arte Antiguo de Sigüenza es el único de carácter diocesano, como explica su director, Miguel Ángel Ortega. El museo seguntino se convierte en un punto de destino de los visitantes que acuden a la Ciudad del Doncel, descubriendo aquí “algo que no esperan cuando vienen a verlo, grande y bien montado, con cantidad de piezas vinculadas al románico y de autores como Zurbarán, Salcillo, Luis de Morales y sobre todo los frescos de El Atance”, comenta su responsable. El director además insiste en que el Museo de Arte Antiguo además de un gran fondo artístico también presenta un espacio para la arqueología y trata de mostrar las culturas antes de Cristo. Pero este museo también realiza actividades para divulgar el patrimonio religioso de la Diócesis, hasta hace unos años contaba con una iniciativa que denominaba La Pieza del Mes, y actualmente con la propuesta I+D, que se traduce como pieza invitada y pieza destacada. Anualmente se calcula que unas 5.000 personas pasan por este museo seguntino.
    En Pastrana, el responsable del museo parroquial, Emilio Esteban, destaca que aquellos que acuden a la villa no se olvidan de pasar por este espacio que les permite contemplar obras de gran valor varias tallas entre ellas de Francisco Salcillo o un cristo románico-gótico, pinturas de Juan de Borgoña o Juan Carreño de Miranda, pero también el órgano de la Colegiata, la cripta de los duques de Pastrana, figuras clave de la historia de esta villa alcarreña. Para hablar de este museo es obligado referirse a sus tapices flamencos que gracias a su restauración, volverán a la Colegiata en un tiempo después de que su peculiaridad y belleza haya sido contemplada por muchos ciudadanos en Europa y Estados Unidos.
    En la Sierra Norte, los museos de Atienza han tenido en su párroco durante las tres últimas décadas, Agustín González, su mentor, promotor y gran divulgador de estos espacios que muestran la riqueza de las iglesias con las que en otras épocas contó esta villa medieval pero también un gran colección de fósiles. El párroco reconoce que “los museos de Atienza no tienen nada que envidiar a los museos del mismo tipo”, además Agustín González insiste en que merece la pena acudir a Atienza para conocer sus museos, sin que el visitante se sienta defraudado, no solo por las colecciones que atesoran sino por los edificios románicos en los que se ubican. No hay que olvidar que los museos de San Gil, San Bartolomé y la Trinidad son desde hace tiempo una seña de identidad, junto a la Caballada, de esta villa.
El patrimonio religioso que atesoran los museos de Sigüenza, Atienza y Pastrana, para la Diócesis es una muestra de su historia, pero también de su fe, de enseñanza de vida cristiana. “Se expone no como una muestra nostálgica de un pasado glorioso de la Iglesia, sino como servicio a la sociedad y a la educación de las personas desde el acercamiento a la cultura religiosa”, detalla Herranz. Sin embargo, algunos de sus visitantes solo buscan en estos espacios de arte religioso su contemplación como elementos del pasado o del patrimonio de un territorio, pero también aporta otros valores.