Tailandia comienza la deportación de 4.000 personas de la etnia Hmong a Laos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
ASÍA
El Gobierno de Laos garantiza su seguridad pese a estar perseguidos
Para completar el proceso de deportación, Tailandia ha movilizado a 4.000 agentes, que no portan armas pero sí material antidisturbios, y que tienen el objetivo de desmantelar los campamentos de refugiados Hmong en la provincia de Phetchabun, situada en el norte del país y cercana a Laos.
Tailandia no reconoce a este grupo de la etnia Hmong presente en su territorio como refugiados, sino como inmigrantes por motivos económicos. La ONU, sin embargo, ha pedido a Bangkok que detenga la deportación de estas personas, informa la cadena pública británica BBC.
Los soldados tailandeses penetraron en el campamento este lunes, y esperan que la operación de desmantelamiento dure un día. A los corresponsales extranjeros no se les permitió el acceso al campamento.

Garantías de seguridad
El Gobierno de Laos afirmó ayer lunes que garantizará la seguridad de los más de 4.000 refugiados laosianos de la etnia hmong repatriados por las autoridades tailandesas. Por su parte, el primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, aseguró que los refugiados no opusieron resistencia. El general de brigada laosiano Bouasieng Champaphanh, presidente del subcomité fronterizo general laosiano tailandés, “garantizó al mundo la seguridad de los refugiados”, informó el periódico estatal Vientiane Times. “El Gobierno de Laos está preparado para recibir a los migrantes ilegales que quedan y todo está listo para su regreso”, añadió Bouasieng.
La ONU, la Unión Europea y Estados Unidos han protestado por la repatriación de los hmong porque temen por la seguridad de estas personas en su país de origen, ya que esta comunidad está perseguida en Laos desde que decidieron prestar apoyo a Washington contra el comunismo en las décadas de los años 60 y 70. Tailandia, que no reconoce a estas personas como refugiadas sino como inmigrantes por motivos económicos, concluyó este lunes la repatriación de los refugiados del campo de Huay Nam Jao, en la provincia de Phetchabun, en el norte del país. Bangkok y Vientiane habían acordado repatriar a estas personas y a otros 158 refugiados de la provincia de Nong Jai (norte) a finales de este año con el fin de disuadir a potenciales inmigrantes hmong. Decenas de miles de personas de la etnia hmong huyeron a Tailandia después de que las fuerzas comunistas tomaran el poder en Laos en 1975. La mayoría intentaron reasentarse en Estados Unidos, cuyas autoridades finalmente acogieron a unos 14.000 hmong de la provincia de Saraburi (centro) en 2003. Desde entonces, otros 8.000 hmong han huido a Tailandia, que les ha llevado al campo de Huay Nam Jao, 280 kilómetros al noreste de Bangkok. Entre 2008 y 2009, casi 3.200 residentes de este campo ‘se ofrecieron’ a volver a Laos, donde, según el Gobierno, se han reunido con sus familiares o las autoridades les han dado unos terrenos donde vivir.
“La preocupación expresada es sólo la generada por elementos subversivos que tratan de desacreditar la política y la orientación del Gobierno de Laos”, subrayó Bouasieng. “No hay nada de qué preocuparse. Todos los repatriados esta semana recibirán un paquete de ayuda similar al que recibieron los que regresaron anteriormente”, añadió el general de brigada laosiano, que señaló que “hasta ahora no se ha encarcelado, matado o penalizado a nadie de ninguna manera”.

EEUU CRITICA LA REPATRIACIÓN

Pero el portavoz del Departamento de Estado norteamericano Ian Kelly dijo que Estados Unidos lamenta “profundamente” la “violación de los principios humanitarios internacionales” que supone la decisión de Tailandia de devolver a Laos a los refugiados hmong, “muchos de los cuales”, según Bangkok y según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), “necesitan protección debido a las amenazas a las que podrían enfrentarse en Laos”.

Por ello, Washington insta a las autoridades tailandesas a “suspender esta operación”, indicó Kelly. “También exhortamos a la República Democrática Popular de Laos a tratar con humanidad a cualquier laosiano hmong que vuelva contra su voluntad, a garantizar el acceso de los observadores internacionales y a ofrecer oportunidades de reasentamiento a cualquier persona apta para la repatriación”, agregó el portavoz.

Laos ha permitido a diplomáticos y periodistas extranjeros visitar en varias ocasiones las localidades donde se han reasentado los hmong, aunque siempre bajo supervisión oficial. Sin embargo, el Gobierno laosiano no ha permitido a ACNUR establecer una oficina en Vientiane para observar el proceso de asentamiento.

SIN RESISTENCIA

Durante la operación de repatriación que se llevó a cabo hoy con la participación de unos 5.000 soldados tailandeses desarmados, los hmong no ofrecieron ninguna resistencia porque las autoridades tailandesas habían creado un clima de entendimiento con ellos, según aseguró el primer ministro tailandés, citado por la Agencia de Noticias Tailandesa.

Además, recalcó Abhisit, las autoridades de Laos han transmitido a las de Tailandia que ofrecerán a las personas repatriadas unas condiciones de vida mejores que las que tenían en Tailandia. En cuanto a los 100 hmong de la provincia de Nong Jai que “han recibido el estatus de refugiados”, ACNUR “ha enviado a sus representantes a entrevistarse con ellos para deportarlos a un tercer país”, manifestó.

El jefe del Ejército tailandés, general Anupong Paochinda, reiteró que en la operación de hoy no ha habido violencia y señaló que es necesaria porque si no “Tailandia tendría problemas por la entrada ilegal” en su territorio y “por la falta de tierra cultivable”.