Teatro en vena, el nuevo objeto de culto de la ATA

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

A escasas dos horas del inicio del XXX Certamen Nacional de Teatro Arcipreste de Hita y a tan sólo unos metros del escenario que acogerá a partir de este fin de semana cuatro de las seis obras teatrales que concursarán en la sección oficial, tenía lugar en la tarde de ayer la presentación del libro Teatro en vena.
Treinta entregas del Certamen Nacional de Teatro Arcipreste de Hita, una obra especial que rememora una fecha especial, las tres décadas de existencia y trayectoria de un Certamen que nació de la humilde vocación de unos pocos aficionados a la escena teatral.
Y como si de una función se tratase comenzó el encuentro, mezcla literario y teatral, donde un prologuista, encarnado en la persona de Javier Borobia, se encargó de dar lectura a un guión imaginario que movería las cuerdas de una peculiar representación protagonizada por el autor del libro, Rafael González Tejel, el presidente de la Agrupación Teatral Alcarreña, Javier Barra, y la concejala de Cultura, Isabel Nogueroles; arropados, como no podía ser menos, por un selecto público al que no dudó en dirigirse el peculiar prologuista al comienzo de la función, cuando hicieron entrada con ciertos minutos de retraso algunos personas que formarían parte del grueso público.
Anécdotas a parte, el prologuista no dudó en alabar el trabajo del joven escritor, artífice de condensar en unas cuantas páginas los 30 años de historia teatral en Guadalajara, al que calificó como un joven sereno, tranquilo, de mirada profunda, además de guapo –dijo con cierto aire cómico-, pero en el que los nervios resultaban evidentes. “Estoy un poco asustado”, acertó a decir en sus primeras palabras el propio autor, para el que “todo lo que tenía que decir lo he escrito en el libro”. Difícil ha sido su tarea, pero mayor ha sido la gratificación de sus frutos, un trabajo que se convierte a partir de ahora en objeto de culto para el amante escénico, no sólo por los datos históricos que versan sobre esta “fiesta teatral”, sino por sus protagonistas o los espacios que un día llegaron a conformar los lugares escénicos de Guadalajara, conocidos por algunos, rememorados por otros, a través de las imágenes que se incorporan, de un gran valor documental.
Es, como el propio autor avanza en las primeras hojas de la publicación, “un libro en miniatura que trata de ser, en definitiva, el resumen de tres décadas ligadas al desarrollo de las artes escénicas en la capital, la historia de un milagro de alcance nacional labrado desde la amistad, regado por la afición al teatro y sujetado por el apego a la tradición”.