Telefonía móvil 3D

29/11/2010 - 16:24 Redacción

El teléfono Samsung B710 tiene el aspecto de un teléfono inteligente típico, aunque algo inesperado sucede cuando la pantalla se mueve de la posición vertical a una orientación horizontal: la imagen salta de 2-D a 3-D. La tecnología que produce esta percepción de profundidad es obra de Julien Flack, director de tecnología de Dynamic Digital Depth, que ha pasado más de una década perfeccionando un software capaz de convertir el contenido de 2-D a 3-D en tiempo real. Podría ayudar a resolver el mayor problema relacionado con el 3-D: la necesidad de gafas especiales que ofrezcan una imagen distinta a cada ojo.


El software de Flack sintetiza escenas en 3-D a partir de vídeo existente en 2-D mediante la estimación de la profundidad de los objetos utilizando distintas pistas; por ejemplo, una banda de cielo en la parte superior de un fotograma probablemente pertenezca al fondo de la imagen. A continuación, crea pares de imágenes ligeramente diferentes que el cerebro del espectador combina para producir la sensación de profundidad.


La tecnología se puede utilizar con los ampliamente publicitados televisores 3-D, anunciados el pasado mes de enero (y que requieren gafas), aunque su mayor impacto se producirá a la hora de crear contenido para dispositivos móviles con pantallas autoestereoscópicas 3-D, que funcionan mediante la dirección de la luz para ofrecer diferentes versiones de una imagen directamente a cada uno de los ojos del espectador. El efecto funciona mejor dentro de una estrecha gama de ángulos de visión, así que se adapta mal a la televisión o a las pantallas de cine. Sin embargo los teléfonos son utilizados generalmente por una persona a la vez y se pueden sostener fácilmente en el ángulo óptimo. Es por eso que los dispositivos móviles multimedia probablemente ganen la carrera a la hora de llevar el 3-D al público masivo.


Mediante el uso del software de Flack, Dynamic Digital Depth se ha convertido en uno de los primeros líderes dentro de la telefonía móvil en 3-D. El software fue incluído en el B710, que Samsung lanzó en Corea del Sur en 2007, y Samsung ha obtenido licencias de contenido 3-D generado por Dynamic Digital Depth para su último teléfono 3-D, el W960, lanzado en marzo. La firma de investigación DisplaySearch pronosticó recientemente que para 2018 habrá 71 millones de dispositivos de este tipo en todo el mundo.


El área más emocionante para Flack ahora mismo son los juegos. Cientos de juegos se dedican a simular espacios 3-D de forma interna para llevar a cabo procesos de mecánica tales como la trayectoria de un misil, y después convierten esos espacios 3-D en 2-D para visualizarlos frente al jugador. Con su tecnología, afirma, la geometría en 3-D "disponible dentro del juego en sí", puede estar disponible en la pantalla. DDD ya ha lanzado un software que convierte los juegos a 3-D en PCs y espera disponer de un software similar que funcione en dispositivos móviles para el próximo año o dos.


Son aplicaciones como los juegos para móvil y el vídeo las que impulsarán la adopción generalizada de las pantallas en 3-D. Y eso, a su vez, podría sentar las bases para una nueva generación de sorprendentes interfaces y aplicaciones, de igual modo que las grandes pantallas de 2-D en los dispositivos móviles provocaron la evolución de interfaces táctiles y de la realidad aumentada.


FUENTE: Techonology Review