Tokio Kará: La llegada

11/04/2021 - 12:00 José Luis Yañez

Desde este domingo- el viernes ya se puede leer en la edición impresa- Luis Yáñez nos cuenta como se viven los Juegos Olímpicos desde Tokio. Este ingeniero alcarreño ya se encuentra en la ciudad olímpica.

Hola desde Tokio (Tokio kará konichiwa). Arranca aquí este blog que en realidad es una continuación del que empecé allá por 2012 para los Juegos Olímpicos de Londres. Permitidme que me presente, soy José Luis Yáñez, un Guadalajareño —de Hita concretamente— y desde hace 10 años me dedico a la preparación de los Juegos Olímpicos tanto de verano como de invierno, más concretamente la infraestructura para que las radios y televisiones de todo el mundo puedan realizar sus trabajos de transmisión.

Cada semana durante los próximos meses publicaré una entrada, como hice durante los Juegos de Londres y de Sochi, contando lo que ocurre por Japón y por Tokio de cara a la cita de este verano dejando a un lado la parte deportiva.
La semana pasada se ha hizo público que no se permitirá la entrada al país de público para asistir a las competiciones. Pero además del público, solo compuesto por residentes en Japón, hay otros actores necesarios para los que ya se están estableciendo las medidas que deben seguir durante la llegada y la estancia. Tanto los deportistas participantes como los miembros de federaciones deportivas, comités olímpicos nacionales o medios de comunicación tendrán medidas específicas. Por ejemplo, estará prohibido el uso de la red de transporte público de Tokio y solo podrán usar vehículos privados o el sistema de transporte exclusivo de los Juegos.
Para los que hemos llegado antes las medidas son distintas, en unos días seremos residentes japoneses sin ningún tipo de limitación, pero antes tenemos que pasar por un proceso un poco más complicado. Para embarcar en el avión además del visado —obtenido con una autorización especial— se necesita la prueba de PCR negativa y un código QR que se obtiene en una web del gobierno japonés indicando todos tus datos incluyendo la forma de contacto durante las primeras semanas de estancia en Japón, que deberán ser de cuarentena estricta.

A la llegada a Tokio el paso por el aeropuerto duró más de tres horas pese a que estaba prácticamente vacío, éramos 30 pasajeros dentro de un B787 con capacidad para 290. Innumerables comprobaciones, entregas de documentación y hasta una prueba PCR con saliva. Y ya desde aeropuerto en transporte privado hasta el hotel donde pasar la cuarentena, al menos en el aeropuerto pude acercarme a un cajero automático donde sacar algunos yenes por si los necesitara durante estos días para pagar alguna entrega a domicilio puesto que aunque parezca extraño, el dinero en metálico es más necesario que en España, pero eso ya lo explicaré otro día.