Tres días de luto en China por las 71.000 víctimas del terremoto
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
A las 6:28 de la madrugada, hora a la que una semana antes se produjo el devastador seísmo, sonaron las sirenas de todo el país marcando una pausa en la frenética actividad de las grandes ciudades.
En Pekín, varios miles de personas, muchas de ellas vestidas de negro, se congregaron en la plaza Tiananmen enarbolando banderas y coreando eslóganes de apoyo a las víctimas, mientras se paralizaban los intercambios en la Bolsa. Poco antes, en esa misma plaza, soldados chinos habían izado la bandera nacional para dejarla a media asta.
En la ciudad de Dijiangyan, devastada por el terremoto, 60 familiares de niños muertos por el seísmo pusieron velas e incienso ante las ruinas de una de las miles de escuelas derrumbadas. Una mujer que perdió a sus dos hijas, Qiqi y Jiajia, lloraba ante los restos del colegio. "Esto es insoportable", se lamentaba.
También se paralizó la bolsa de Hong Kong, mientras los jugadores en los casinos de Macau congelaban las apuestas en las mesas.
El duelo oficial llega en momentos en que los esfuerzos de socorro se ven dificultados por las réplicas del terremoto y los deslizamientos de tierra. El ministerio chino de Transportes informó de que más de 200 socorristas quedaron sepultados en los últimos tres días por corrimientos de tierras mientras trabajaban para reparar las carreteras dañadas.
El gobierno estimó la semana pasada en más de 50.000 las posibles víctimas del seísmo, pero este balance fue muy superado por la cifras divulgadas por el máximo responsable político de la provincia de Sichuan (suroeste), Liu Qibao, que anunció 32.173 muertos confirmados, 9.509 sepultados bajo los escombros y 29.418 desaparecidos en esa región, la más afectada por el terremoto.
La catástrofe despertó una ola de emoción en este país de 1.300 millones personas, miles de las cuales se ofrecieron voluntarias para las tareas de socorro o para hacerse cargo de los niños que quedaron huérfanos.
Determinar el número de huérfanos es imposible por el momento, precisó Li Yahui, del programa chino de la ONG británica Save The Children, pero se teme que sea muy elevado. "Ví a numerosos niños en un estadio y es evidente que muchos de ellos perdieron a sus padres", afirmó. La situación es muy delicada debido a que "todos los niños tendrán traumas psicológicos", agregó.
Blanco y negro
Durante tres días no habrá programas de entretenimiento en la televisión y en la frenética Shanghai las autoridades ordenaron el cierre de cines, karaokes y otros establecimientos de ocio.
Los diarios y los lugares de internet de toda China renunciaron al color el lunes para salir en blanco y negro. Los cuatro ideogramas del título del Diario del Pueblo, órgano del Partido Comunista Chino, normalmente en rojo, fueron impresos en negro, como toda la primera página, con una sola foto a colores del presidente chino Hu Jintao consolando a un niño que lloraba.
La portada del Beijing Times también era negra, con la foto de una vela y estas simples palabras: "Día de duelo", acompañadas del número de muertos que el domingo era de 32.476 pero el lunes ya había ascendido a 34.073 en todo el país.
En la ciudad de Dijiangyan, devastada por el terremoto, 60 familiares de niños muertos por el seísmo pusieron velas e incienso ante las ruinas de una de las miles de escuelas derrumbadas. Una mujer que perdió a sus dos hijas, Qiqi y Jiajia, lloraba ante los restos del colegio. "Esto es insoportable", se lamentaba.
También se paralizó la bolsa de Hong Kong, mientras los jugadores en los casinos de Macau congelaban las apuestas en las mesas.
El duelo oficial llega en momentos en que los esfuerzos de socorro se ven dificultados por las réplicas del terremoto y los deslizamientos de tierra. El ministerio chino de Transportes informó de que más de 200 socorristas quedaron sepultados en los últimos tres días por corrimientos de tierras mientras trabajaban para reparar las carreteras dañadas.
El gobierno estimó la semana pasada en más de 50.000 las posibles víctimas del seísmo, pero este balance fue muy superado por la cifras divulgadas por el máximo responsable político de la provincia de Sichuan (suroeste), Liu Qibao, que anunció 32.173 muertos confirmados, 9.509 sepultados bajo los escombros y 29.418 desaparecidos en esa región, la más afectada por el terremoto.
La catástrofe despertó una ola de emoción en este país de 1.300 millones personas, miles de las cuales se ofrecieron voluntarias para las tareas de socorro o para hacerse cargo de los niños que quedaron huérfanos.
Determinar el número de huérfanos es imposible por el momento, precisó Li Yahui, del programa chino de la ONG británica Save The Children, pero se teme que sea muy elevado. "Ví a numerosos niños en un estadio y es evidente que muchos de ellos perdieron a sus padres", afirmó. La situación es muy delicada debido a que "todos los niños tendrán traumas psicológicos", agregó.
Blanco y negro
Durante tres días no habrá programas de entretenimiento en la televisión y en la frenética Shanghai las autoridades ordenaron el cierre de cines, karaokes y otros establecimientos de ocio.
Los diarios y los lugares de internet de toda China renunciaron al color el lunes para salir en blanco y negro. Los cuatro ideogramas del título del Diario del Pueblo, órgano del Partido Comunista Chino, normalmente en rojo, fueron impresos en negro, como toda la primera página, con una sola foto a colores del presidente chino Hu Jintao consolando a un niño que lloraba.
La portada del Beijing Times también era negra, con la foto de una vela y estas simples palabras: "Día de duelo", acompañadas del número de muertos que el domingo era de 32.476 pero el lunes ya había ascendido a 34.073 en todo el país.