Un centenar de niños participan en actividades lúdicas en la Fuente de la Niña en una jornada sobre el autismo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Javier Pastrana
La Asociación de Padres de Niños Autistas de Guadalajara (Apanag) celebró ayer una serie de actividades en las instalaciones deportivas de la Fuente de la Niña a la que acudieron unos cien niños. Según explica el secretario de la Asociación, Antonio Mateo, entre los participantes había niños con distintos grados de autismo e incluso algunos compañeros de clase que no padecen este transtorno. Además de divertir a los jóvenes, con estos juegos también se pretende trabajar las rutinas comunicativas de los niños, ya que algunos de ellos no pueden hablar y tienen que aprender a expresarse a través del uso de pictogramas.
La Fuente de la Niña se convirtió ayer en punto de encuentro de casi un centenar de niños. Aunque el acto estaba orgnizado por la Asociación de Padres de Niños Autistas de Guadalajara (Apanag), los juegos, las risas, los globos y las golosinas estuvieron abiertos a todos aquellos que quisieron disfrutar de una mañana de diversión.
“Ha estado genial”, asegura con rotundidad el secretario de la Asociación, Antonio Mateo Peinado. “Hemos estado hasta casi las dos de la tarde. Han participado en muchos juegos y en muchas actividades”. A la hora de planificar la mañana, los organizadores han tenido en cuenta las características especiales de estos jóvenes. Por eso, dentro de los juegos también se escondía una segunda intención, la de realizar con ellos prácticas que les permitan desenvolverse mejor en el día a día. Por ejemplo, se trabaja el uso de los pictogramas como medio de comunicación. “Algunos de ellos no hablan, así que cuando quieren algo tienen que pedirlo dándole una foto a la terapeuta en la que sale qué es lo que quieren”, explica Mateo Peinado. Además, este tipo de prácticas también sirven para que los niños establezcan una serie de rutinas que también les resultan beneficiosas. “Tener rutinas es algo que les tranquiliza mucho”.

Sin embargo, esto no quiere decir que se hayan olvidado que una de las cosas más importantes en cualquier juego es la diversión. Por eso había algunos tradicionales, como el de la rayuela, y tampoco han faltado adultos dispuestos a ofrecer su colaboración con tal de conseguir que todas las actividades se desarrollasen de la mejor forma posible. “El propio vicepresidente de la asociación estaba disfrazado de joker en una especia de caja sorpresa”.

Mientras los padres observaban los juegos de sus hijos, ellos corrían de un lado para otro, siguiendo las instrucciones de los terapeutas que les llevaban de una actividad a otra. “No todos tienen el mismo grado de autismo. Algunos no pueden hablar, pero otros sí”, explica el secretario de Apanag.

El hecho de que algunos de estos niños acudan normalmente al colegio permitió que algunos de sus compañeros de escuela que no padecen este transtorno les acompañasen para participar en los juegos celebrados ayer. “Es importante que estos niños sepan que tienen compañeros que pueden ser autistas, pero que eso no impide que hagan cosas con ellos”. Además, ser testigos de las mecánicas que se llevan a cabo para mejorar su comunicación también permite que ellos mismo sepan cómo ayudar a sus compañeros.

La misma presidenta de la Asociación, Rosa María Piñas, mostró su alegría por la forma en que se habían desarrollado las actividades. “Hemos tenido casi 100 niños, así que se puede decir que todo ha ido bien”. Durante toda la mañana del domingo los niños pudieron disfrutar de una serie de juegos pensados para divertirles y ayudarles a afrontar el día a día.