Un herido en un atentado en la sede de la ONU en Nepal

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: COLPISA
Al menos una persona resultó ayer herida en un atentado con bomba cerca de un complejo de las Naciones Unidas en Katmandú, la capital de Nepal, a dos días de la celebración de los históricos comicios en este país enclavado en el Himalaya. "Una pequeña bomba estalló en Nuevo Baneshwor (un mercado de Katmandú), hiriendo a una persona.
El artefacto explotó cerca de la oficina de la misión de las Naciones Unidas en Nepal", declaró Sushil Barsingh Tapa, un oficial de policía. Nepal elegirá el jueves una Asamblea Constituyente en unas elecciones históricas que deberían desembocar en la abolición de la monarquía y la proclamación de una República, consagrando de esta forma el acuerdo de paz de 2006 con los maoístas que puso fin a diez años de guerra civil. Cerca de 18 millones de electores están convocados para votar en los primeros comicios nacionales desde 1999, que elegirán una cámara encargada de redactar una nueva Constitución para este estratégico reino enclavado entre India y China, separado de Tíbet por la gran cadena montañosa del Himalaya.

Mucho por hacer
Nepal es uno de los países más pobres del mundo y su sociedad está estrictamente dividida en castas. Los ex guerrilleros maoístas, que siguen figurando en la lista de grupos terroristas internacionales elaborada por Estados Unidos, lograron su popularidad prometiendo poner fin a la extrema pobreza que afecta al 31% de los 27 millones de habitantes. La Asamblea Constituyente debe votar la transformación de la única monarquía hinduísta del mundo en una República Federal, después de 239 años de dinastía real de los Shah, según el acuerdo al que llegaron en diciembre siete partidos políticos y los maoístas, reunidos en un gobierno de coalición desde abril de 2007.
Una situación semejante era inconcebible hasta hace dos años, cuando toda la clase política nepalesa, desde la derecha moderada a la izquierda comunista, se alió a los maoístas en las manifestaciones democráticas de principios de 2006, obligando al autocrático rey Gyanendra a renunciar a sus poderes absolutos. Pero el acuerdo de paz del 21 de noviembre de 2006, que puso fin a una década de "guerra popular" maoísta -al precio de aproximadamente 13.000 muertos y de una economía arruinada- sigue siendo frágil, por lo que los analistas temen una nueva ola de violencia.