Un hotel para los más aventureros
20/09/2010 - 19:26
¿Necesitas desconectar? No lo pienses más. Apaga el móvil, desconecta el ordenador y olvídate de la televisión. Es más que posible y no hace falta viajar muy lejos. En el macizo de Montseny, muy cerca del municipio geronés de Sant Hilari Sacalm se encuentra un complejo turístico de lo más original. Las habitaciones, en la copa de los árboles.
Cabañas en los árboles es una forma de alojamiento rural alternativo que ofrece a los amantes de la naturaleza la posibilidad de entrar en contacto directo con el árbol y su hábitat y de dormir en un nido encaramado a las ramas de un majestuoso árbol.
Sí, has leído bien. Al más puro estilo Tarzán y, al estar colgadas en los árboles, las cabañas no disponen de electricidad ni de agua corriente, como tampoco de televisión, conexión wi-fi o cobertura para el móvil, por lo que la desconexión esta vez sí estará asegurada. Cada cabaña dispone, eso sí, de linternas y velas así como de agua y un lavamanos. El WC es biodegradable y se recicla en forma de compostaje.
Eso sí, a una distancia razonable, que deberemos recorrer a pie, pues no hay posibilidad de acercar el coche hasta la cabaña, se encuentra la masía de la Vileta, equipada con parking, recepción, comedor, sala de estar, duchas, piscina y jardín.
Lo mejor, el precio: unos cien euros la noche para dos personas con el desayuno incluido. Pueden alojarse hasta cuatro personas por cabaña, ya que disponen de una cama de matrimonio y hasta dos supletorias, lo que la hace una opción muy atractiva también para familias.
Alojamiento cálido y rústico Las cabañas son de madera, de forma redonda y tienen unos 30 metros de superficie. Se trata, sin lugar a dudas, de un nido cálido y rústico pero a la vez muy confortable. En el exterior, una terraza de unos 10 metros invita a disfrutar del paisaje, con unas vistas cautivadoras del Montseny o de los Pirineos, y a degustar un desayuno en pleno contacto con la naturaleza, desayuno que se sirve en una cesta que los huéspedes pueden recoger desde la terraza con una cuerda.
El tronco del árbol es el eje de la cabaña y, de hecho, la atraviesa en su interior y, para acceder a ella, habrá que hacerlo a través de un puente colgante y una escalera, perfectamente accesible a partir de los 10 años de edad.