Un nuevo libro para conocer en profundidad la villa de Pastrana

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Pedro Villaverde Embid
‘Pastrana paso a paso’, escrito por el historiador y cronista provincial de Guadalajara, Antonio Herrera Casado y editado por Aache, es un libro de pequeñas dimensiones y de reciente publicación que ofrece con claridad y concisión las maravillas que el turista puede ver en este hermoso enclave, desde el punto de vista histórico, patrimonial sobre todo, costumbrista y evocador de sus personajes.
El libro, de pequeñas dimensiones y de más de un centenar y medio de paginas, muestra, en clave resumida, las notas esenciales que permiten conocer en su amplitud la villa de Pastrana, su historia, sus piedras, sus fiestas... conjugadas con un amplio y magnífico catálogo gráfico con el que se desvelan todas las claves para llegar a su mejor conocimiento, constituyendo una guía detallada para el turista.

La primera parte se dedica a rememorar La historia desde que surgiese como una pequeña aldea agazapada en los repliegues de los cerros alcarreños, dentro del gran alfoz de Zorita, a cuyo Común de Villa y Tierra perteneció desde un primer momento, hasta la actualidad albergando la Feria Regional Apícola y las Jornadas Ducales.

La segunda parte está dedicada al Costumbrismo, con un repaso a las múltiples fiestas que se celebran a lo largo del año en esta villa ducal y que constituyen una oferta añadida al que es su principal reclamo turístico, y al que se dedica el capítulo más extenso de este libro, el Patrimonio. Herrera Casado hace un desmenuzado repaso de los lugares que en una visita de jornada única no se deberían dejar escapar: Palacio Ducal y plaza de la Hora, Iglesia Colegiata con su Museo Parroquial, la Fuente de los Cuatro Caños, la calle de la Palma y Convento de San Pedro con su Museo Carmelitano, el colegio de S. Buenaventura, la Casa del Deán, el Monasterio de San Francisco, el convento de San José y el Palacio Viejo, sin olvidar el necesario callejear por las calles y plazas, como el barrio de Albaicín o las calles Calvo Sotelo y calle Mayor. No falta esa referencia a un lugar poco conocido, pero “muy sugestivo”, en palabras del autor, de Pastrana, como es la Cueva del Moro, para terminar la ruta en el Mirador del Sagrado Corazón.

Además de la belleza monumental de Pastrana, otro de los atractivos turísticos para el visitante es el recorrido por Los alrededores, donde cabe destacar la villa de Zorita de los Canes, las ruinas de Recópolis, Almonacid de Zorita, Albalate o Bolarque y ya de vuelta a Guadalajara esa parada en Tendilla y Fuentelencina. Además de su patrimonio histórico y en edificios y lugares, como toda ciudad, Pastrana también tiene sus Personajes y a ellos dedica Herrera Casado la última parte de este libro con una galería que inicia Ruy Gómez de Silva, que llegaría a ser secretario del rey Felipe II; que sigue con doña Ana de Mendoza y de la Cerda, la conocida como princesa de Eboli y personaje más característico de Pastrana, y don Pedro González de Mendoza, para continuar con Santa Teresa de Jesús, que dejó dos de sus más queridas fundaciones en esta villa y San Juan de la Cruz, que vivió en el convento de San Pedro. El pintor Juan Bautista Maino, el poeta y dramaturgo, Manuel de León Marchante y el sacerdote e historiador Mariano Pérez Cuenca ponen colofón a la galería.