Una doble exposición reúne lo más dulce de Luis Buñuel
01/10/2010 - 09:45
Irreverente, corrosivo, ateo, fumador, borracho, pero genial. Así ve a Luis Buñuel el veterano actor Lucio Romero, que ha prestado veinte de los cincuenta carteles que tiene sobre la obra del cineasta aragonés a la Academia de Cine para la doble exposición que acoge esta institución bajo el título 25 años sin Luis Buñuel. Objeto de una muestra en México, donde falleció en 1983, el Buñuel más entrañable es el protagonista de la exhibición que, hasta el 21 de noviembre, ampara la Academia, que rinde homenaje al maestro de Calanda,
De quien muestra su cara más amable y desconocida, a través de los carteles que Iván Zulueta diseñó para Viridiana, Simón del desierto y La edad de oro; fotografías del archivo de la familia en las que aparece junto a sus actores y equipos técnicos, en pausas de rodaje o dando indicaciones, celebrando los premios que le dieron o bromeando, entre otros originales materiales; y la proyección de cinco de sus películas.
A Romero le hubiera gustado sacar a la luz todos los carteles que tiene de la obra de Don Luis y que sirvieron de inspiración a algunos de los mejores diseñadores de carteles de la historia del cine. Propietario de una colección que supera las 4.000 piezas, Romero recuerda que por el de Tristana pagó 500.000 pesetas de las de entonces, y que le produce una gran emoción ver el de Los olvidados, su película favorita. Y es que fue por uno de los actores de este filme, el mexicano Roberto Cobo, por quién conoció a Buñuel y empezó a buscar carteles de sus obras. La etapa mexicana de Buñuel es la preferida de este actor y coleccionista, que valora mucho a los cartelistas, sobre todo a Zulueta. De los actuales, es el único que me gusta, dice Romero, que escogieron sus piezas siguieron los criterios de calidad y que estuvieran representadas la mayor parte de sus películas. El tributo que la Academia rinde al cineasta aragonés coincidiendo con el 25 aniversario de su muerte se completa con la emisión de algunas de sus películas.
A Romero le hubiera gustado sacar a la luz todos los carteles que tiene de la obra de Don Luis y que sirvieron de inspiración a algunos de los mejores diseñadores de carteles de la historia del cine. Propietario de una colección que supera las 4.000 piezas, Romero recuerda que por el de Tristana pagó 500.000 pesetas de las de entonces, y que le produce una gran emoción ver el de Los olvidados, su película favorita. Y es que fue por uno de los actores de este filme, el mexicano Roberto Cobo, por quién conoció a Buñuel y empezó a buscar carteles de sus obras. La etapa mexicana de Buñuel es la preferida de este actor y coleccionista, que valora mucho a los cartelistas, sobre todo a Zulueta. De los actuales, es el único que me gusta, dice Romero, que escogieron sus piezas siguieron los criterios de calidad y que estuvieran representadas la mayor parte de sus películas. El tributo que la Academia rinde al cineasta aragonés coincidiendo con el 25 aniversario de su muerte se completa con la emisión de algunas de sus películas.