Una joya renovada del siglo XV
14/08/2013 - 13:29
Una remozada iglesia del Fuerte de San Francisco constituye, desde el pasado mes de mayo, un nuevo aliciente para los amantes de la arquitectura y el patrimonio histórico. Este templo, que fue casa de los templarios y llegó a tener también usos militares, ha sobrevivido desde el siglo XV a batallas, incendios y sucesivas reformas para, en pleno siglo XXI, recobrar de nuevo un aspecto excelente ya sea para el feligrés como para el turista que lo visita para apreciar su belleza.
El pasado 22 de mayo fue presentada públicamente en un acto al que acudió la presidenta de la Junta de Comunidades, María Dolores de Cospedal. Unos días después, concretamente el 2 de junio, la iglesia abrió sus puertas al culto en un régimen semiregular de domingos y fiestas de Guadalajara, tal y como señaló el párroco titular de este templo, adscrito a la Concatedral, Agustín Bugeda, quien se ha mostrado maravillado con el resultado de las obras, consciente del esfuerzo que ha supuesto y de la grandeza del resultado.
Como él, muchos otros han podido ya comprobar por sí mismos el estado de una iglesia que antes estaba llena de humedades y de desperfectos fruto del paso del tiempo. El 20 de junio se desarrolló la primera jornada de puertas abiertas para visitar la remozada iglesia, a la que acudieron un buen número de personas interesadas en descubrir el resultado de más de un año de reformas.
La obra de restauración se prolongó durante 15 meses y fue necesaria una inversión de 1.180.000 euros. En total, se ha intervenido en más de 2.000 metros cuadrados de superficie, entre cubiertas, fachadas, suelos, capillas, etc. si bien la iglesia tiene unos 600 metros cuadrados.
La financiación ha procedido del programa del 1 por ciento Cultural de los Ministerios de Fomento y Educación, Cultura y Deportes y de la aportación proporcionada por la Junta de Comunidades.
El pasado 22 de mayo fue presentada públicamente en un acto al que acudió la presidenta de la Junta de Comunidades, María Dolores de Cospedal. Unos días después, concretamente el 2 de junio, la iglesia abrió sus puertas al culto en un régimen semiregular de domingos y fiestas de Guadalajara, tal y como señaló el párroco titular de este templo, adscrito a la Concatedral, Agustín Bugeda, quien se ha mostrado maravillado con el resultado de las obras, consciente del esfuerzo que ha supuesto y de la grandeza del resultado.
Como él, muchos otros han podido ya comprobar por sí mismos el estado de una iglesia que antes estaba llena de humedades y de desperfectos fruto del paso del tiempo. El 20 de junio se desarrolló la primera jornada de puertas abiertas para visitar la remozada iglesia, a la que acudieron un buen número de personas interesadas en descubrir el resultado de más de un año de reformas.
La obra de restauración se prolongó durante 15 meses y fue necesaria una inversión de 1.180.000 euros. En total, se ha intervenido en más de 2.000 metros cuadrados de superficie, entre cubiertas, fachadas, suelos, capillas, etc. si bien la iglesia tiene unos 600 metros cuadrados.
La financiación ha procedido del programa del 1 por ciento Cultural de los Ministerios de Fomento y Educación, Cultura y Deportes y de la aportación proporcionada por la Junta de Comunidades.
La reforma
Juan Leal, jefe del proyecto de restauración (tanto de la Cripta de San Francisco, como de la iglesia) cuenta que se ha tratado de recuperar el mayor porcentaje de obra antigua incorporando únicamente aquellas tecnologías contemporáneas necesarias para evitar las humedades del terreno. Tras el proyecto de restauración, el templo está preparado para evitar que vuelvan a proliferar las humedades a través de medios de ventilación.
La obra ha permitido recuperar en las capillas en el altar mayor y en otras zonas pinturas antiguas que permanecían ocultas por cal y que, aunque se encontraban en pésimas condiciones, han sido recuperables con minuciosos trabajos de restauración.
Juan Leal, jefe del proyecto de restauración (tanto de la Cripta de San Francisco, como de la iglesia) cuenta que se ha tratado de recuperar el mayor porcentaje de obra antigua incorporando únicamente aquellas tecnologías contemporáneas necesarias para evitar las humedades del terreno. Tras el proyecto de restauración, el templo está preparado para evitar que vuelvan a proliferar las humedades a través de medios de ventilación.
La obra ha permitido recuperar en las capillas en el altar mayor y en otras zonas pinturas antiguas que permanecían ocultas por cal y que, aunque se encontraban en pésimas condiciones, han sido recuperables con minuciosos trabajos de restauración.
Historia
La actual iglesia data de la segunda mitad del siglo XV y se realizó en dos fases: la primera a cargo del marqués de Santillana y, la segunda, a manos de su hijo, Pedro González de Mendoza. Un siglo más tarde Doña Ana de Mendoza, sexta duquesa del Infantado, continuó la labor de mecenazgo de la iglesia, continuando la labor de creación de un nuevo retablo, claustro y cripta, ésta última recuperada y visitada ya por miles de personas.
En el año 1808, con la invasión napoleónica, San Francisco se convirtió en centro militar para las fuerzas ocupantes. Después, el complejo vivió una larga historia militar que concluyó en el año 2000 cuando el Ministerio de Defensa decidió ceder la propiedad al Ayuntamiento de Guadalajara. Ya en 2004 se rubricó un convenio urbanístico entre Defensa, la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento de Guadalajara para recuperar las naves y los edificios situados en este sector del Fuerte de San Francisco.
En 2008 se elaboró un Plan Director de recuperación que englobaba el cien por cien del conjunto arquitectónico del Fuerte de San Francisco: cripta, iglesia y claustro. Por el momento los dos primeros elementos ya han sido recuperados.
La actual iglesia data de la segunda mitad del siglo XV y se realizó en dos fases: la primera a cargo del marqués de Santillana y, la segunda, a manos de su hijo, Pedro González de Mendoza. Un siglo más tarde Doña Ana de Mendoza, sexta duquesa del Infantado, continuó la labor de mecenazgo de la iglesia, continuando la labor de creación de un nuevo retablo, claustro y cripta, ésta última recuperada y visitada ya por miles de personas.
En el año 1808, con la invasión napoleónica, San Francisco se convirtió en centro militar para las fuerzas ocupantes. Después, el complejo vivió una larga historia militar que concluyó en el año 2000 cuando el Ministerio de Defensa decidió ceder la propiedad al Ayuntamiento de Guadalajara. Ya en 2004 se rubricó un convenio urbanístico entre Defensa, la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento de Guadalajara para recuperar las naves y los edificios situados en este sector del Fuerte de San Francisco.
En 2008 se elaboró un Plan Director de recuperación que englobaba el cien por cien del conjunto arquitectónico del Fuerte de San Francisco: cripta, iglesia y claustro. Por el momento los dos primeros elementos ya han sido recuperados.