Vázquez Figueroa abre el ‘VI Ciclo Pensamiento y Sociedad’

Cerca de un centenar de personas fueron testigos de la charla afable del novelista, que bajo el título Viaje a la Alcarria, hizo un recorrido por su vida, ligada en parte a la provincia de Guadalajara. “Mi abuelo fue el arquitecto municipal de Guadalajara y el artífice del Mercado de Abastos y el primer Ayuntamiento”. Fruto de un arriacense y la hija del farero de la isla de Lobos, su vinculación con Guadalajara fue más allá, asentando junto con sus padres su residencia en el antiguo asilo de la capital tras permanecer en África sus primeros años. Sería aquí, en la propia capital y en Parque de la Concordia, donde aprendiera a montar en bicicleta, recuerda nostálgico el autor.
Tras su retrospectiva por los epidodios que marcaron su vida, el periodista también habló del agua y su problemática. “Lo que antes eran pantanos maravillosos ahora no son más que desiertos donde los perros no pueden ni beber”. Una cuestión para el que autor encuentra la solución en la costa y el sentido común de los políticos.