Verallia inaugura en su planta de Azuqueca el mayor horno de vidrio del mundo

La antigua Vicasa, conocida como La Fábrica, supuso la entrada de Azuqueca de Henares en el siglo XX. Era el año 1963 cuando se puso a funcionar esta factoría de vidrio, que ahora forma parte de la multinacional Verallia. Ahora, 54 años después de aquel hito que dio trabajo a miles de guadalajareños durante décadas, pasa nuevamente a la historia por la instalación en la planta de un horno de vidrio que tiene 160 metros de superficie de fusión, lo que le convierte en el más grande de Europa y uno de los tres más grandes del mundo. 
    Este jueves, numerosos responsables de la compañía, autoridades locales y provinciales y clientes de Verallia se dieron cita en la inauguración del nuevo  horno, que viene a sustituir a los dos antiguos, de 100 y 81 metros cuadrados. Con el nuevo elemento, la fábrica tiene capacidad para fabricar dos millones de envases al día, lo que supone más de 500 tarros de cristal por minuto. 
    Durante la inauguración tomaron la palabra los máximos representantes de la empresa. El presidente y director general, Jean-Pierre Floris, recordó la “importante” inversión que ha supuesto el nuevo horno, superior a los 30 millones de euros, que permite colocar “en el primer nivel” esta fábrica de envases de vidrio para alimentación y bebidas. Esta decisión empresarial se asentó en dos motivos. El primero, la visión “a largo plazo” que comparten los accionistas. En segundo lugar, los dos hornos de la fábrica tenían que ser reparados, en lugar de lo cual se construyó el nuevo y se mejoró la capacidad productiva de la empresa, así como su eficiencia y efectividad. 
    
Más de medio siglo de vida
Por su parte, el responsable de Verallia Iberia, Paolo Pinto, reconoció que “mucho” había cambiado la fábrica en sus 54 años de vida, pero matizó que la reciente inversión “garantiza” su continuidad por muchas décadas más. Hizo hincapié el responsable de la multinacional en España y Portugal en la calidad, al seguridad alimentaria, el medio ambiente y la salud, aspectos que no dejan de lado en el día a día de Verallia. “El vidrio es el mejor material de embalaje que hay, además del que mejor conserva los alimentos”. A esto sumó el hecho de que es “100 por cien” reciclable. “Nos adaptamos al mercado y anticipamos tendencias”. Aquí cobran gran importancia, por ejemplo, las más de 15.000 horas de formación que se han dado en esta fábrica aprovechando la parada de los hornos. 
    El director de la planta, Fernando García Valdés, fue el encargado de explicar el proceso de cambio al que se ha sometido a la fábrica, comenzando por el desmontaje de los dos antiguos hornos y su sustitución por uno “más eficiente y respetuoso con el medio ambiente, además de tener más capacidad que los otros dos juntos”. La parada realizada en los hornos ha permitido también mejorar el control de mandos y renovar toda la red de fluidos de la fábrica. En la zona de vidrio caliente, además, se ha incorporado “una de las mayores máquinas de producción para modelos de gran tirada”.  
    También intervinieron el director general de Industria, Energía y Minería, José Luis Cabezas; y el alcalde de Azuqueca, José Luis Blanco. El primero resaltó que “éste es el modelo de empresa a seguir, lo que cualquier gobierno quiere tener en su territorio”. Blanco, por su parte, señaló la “importancia” de la “lenta pero sostenida” recuperación económica en Azuqueca y el Corredor. Y agradeció a Verallia que confíen en este municipio “como un magnífico lugar donde invertir”. 
    Esta multinacional está presente en más de 13 países, desde donde produjo 16.000 millones de botellas y tarros de vidrio en 2016. Gracias a ello, el pasado año facturó sólo en la Península Ibérica 410 millones de euros.