Ya no se ven llamas en el incendio de Arbancón ni en el de Bustares

19/07/2014 - 18:37 Javier Pastrana Margüenda

A lo largo de la noche de ayer quedó controlado el incendio de Cogolludo-Arbancón a la altura de Robrearcadas, pedanía de Semillas. Durante buena parte del día los efectivos lucharon para evitar que las llamas saltaran la CM-1006. Según indicó el alcalde de Semillas, Demetrio Casa, que estaba preparado para ser evacuado junto a sus vecinos en caso de que el viento complicara la situación, en torno a las 21.00 horas se apagaban las últimas llamas. Con la noche, los médios aéreos iniciaban su retirada, pero permanecían los terrestres y hacía acto de aparición la lluvia. Esta mañana seguía sin haber llamas ni en este incendio ni en el de Bustares, pero el delegado de la Junta, José Luis Condado, anunciaba que ninguno de los dos se va por controlado y que en ambos se mantenía el Nivel 2. Sobre el terreno permanece desplegado un dispositivo de 400 personas refrescando la zona y vigilando, 43 medios terrestres y dos aéreos que se aseguran de que no aparezcan nuevos focos. Además, apuntó que las previsiones metereológicas "son algo mejores que las de ayer, con temperaturas algo más bajas y una velocidad del viento inferior", y aprovechó a agredecer a los efectivos y alcaldes la "labor extraordinaria que han realizado".  En el incendio de Bustares, el alcalde de Atienza, Pedro Loranza, también confirmaba que la situación por allí está tranquila. Los vecinos de Prádena de Atienza regresaron a sus casas ayer, pasadas las 22.30 horas. "Hay gente mayor a la que era imposible consolar. Las casas no han ardido, pero es donde han vivido toda su vida y es mucho lo que se ha quemado allí".

Cada vez parece más cerca el fín de un infierno que comenzó hace cuatro días.


JUEVES
Al filo de las 14.00 horas, el mismo día que conmemoraba el noveno aniversario del fallecimiento de su retén en el incendio de Riba de Saelices, se declaraba un incendio entre dos pedanías de Cogolludo, Beleña del Sorbe y Aleas. El fuego, como se confirmaría más tarde, se había originado en una cosechadora. La masiva afluencia de medios aéreos, terrestres y la propia acción de los agricultores, con varios tractores haciendo cortafuegos, permitían empezar a controlar la situación. Por el momento, el único núcleo de población que corría auténtico peligro era el de la Romerosa, también perteneciente a Cogollugo. La situación invitaba al optimismo, pero desde la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales (APAM CLM), advertían que la aparición de rachas puntuales de viento podían reavivar el fuego en cualquier momento. 

En torno a las 19.00 horas, delegado de la Junta de Comunidades, José Luis Condado, en una primera valoración desde el Puesto de Mando Avanzado instalado en Arbancón hablaba de 300 hectáreas arrasada y de un perímetro de 500 kilómetros.

Sin embargo, sus declaraciones llegaban antes de que las llamas hicieran un último requiebro. Un brusco cambio de viento obligaba a evacuar apresuradamente el puesto de mando avanzado, instalado en el pinar de Arbancón. “El viento no ha parado en todo el día, ha cambiado y hemos tenido que venirnos a la zona de la ermita de la Salceda”, apuntaba el alcalde la localidad, Gonzalo Bravo.

El jueves, APAM ya adelantó que habría que "trabajar días para asegurar la zona"
A las 21.30 horas ya no se veían columnas de humo, pero los alcaldes situados más cerca del fuego mostraban su intranquilidad. “Si se aviva este frente, puede llegar al parque natural, a Jocar o a Muriel y ya no lo para nadie”, advertía Eugenio Esteban, alcalde de Tamajón, de donde es pedanía Muriel. “He recomendado a la gente precaución porque estas cosas son imprevisibles”. La llegada de la noche, con el obligado abandono de los medios aéreos, se recibía con incertidumbre. En el frente de Aleas, el fuego ya había obligado a evacuar la Romerosa, donde, con ayudas de efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos (CEIS), se protegían varias viviendas que estaban cercadas por las llamas. “Estamos consiguiendo salvarlas de milagro”, apuntaban desde APAM.

A las 22.39, el CEIS daba por estabilizado el incendio además de confirmar a través de twitter que “Hemos parado el incendio a las puertas de varias viviendas. No ha entrado en ninguna”.
En torno a las 23.00 horas, la consejera de Agricultura, María Luisa Soriano confirmaba que la superficie de unas 409 hectáreas y aseguraba que a lo largo del día habían actuado en torno a una veintena de medios aéreos, casi 300 personas y 36 medios terrestres. Además, confirmaba el desalojo de tres personas. También anunciaba que 144 personas pasarían la noche en el lugar refrescando la zona. Al rebajarse el fuego a Nivel 1 y considerarse controlado, la Unidad Militar de Emergencias inició su retirada. Al margen de lo que pudiera ocurrir durante la noche, desde APAM lanzaban una advertencia. “Esto es gordo, aunque se controle hoy, vamos a tener que estar trabajando días para asegurar la zona”. Durante la noche también se declaró un incendio que quedó rápidamente controlado en Cifuentes.

VIERNES

Pasadas las 10.00, la consejera realizaba un nuevo balance de la situación. Tras hacer un reconocimiento con medio aéreos de la zona y no detectar columnas de humo, se decidía dejar 13 medios terrestres y 60 personas refrescando el lugar. Además, de las 409 hectáreas perimetralas el día anterior, se consideraba que sólo entre 300 y 350 habían resultado afectadas por el fuego. Resultaba difícil prever el infierno que estaba a punto de desatarse en la Sierra Norte de la provincia. A toro pasado, más de un testigo ha apuntado las similitudes entre la climatología del jueves y el viernes con las del incendio del Alto Tajo. Viento fuerte, calor extremo y poca humedad.

A las 10.30, el alcalde de Arbancón, Gonzalo Bravo, veía como las llamas volvían a adquirir fuerza en su término municipal. La zona había amanecído en Nivel 0, pero a las 12.35 horas se decretaba el Nivel 1 y veinte minutos después el 2, lo que abría la puerta a la llegada de medios nacionales. Por desgracia, la situación estaba descontrolada. Desde APAM CLM reconocían, frustrados, que no había suficientes medios aéreos para hacer frente al avance del fuego. “Dan ganas de llorar”. Según sus cálculos, de las 400 hectáreas confirmadas la noche anterior por la consejera, se había pasado a más de 600.Pasadas las 16.30 horas, el alcalde de Arbancón, Gonzalo Bravo, confirmaba la evacuación de los núcleos de Monasterio y Fraguas. Hasta 40 personas fueron reubicadas en el salón de actos de la localidad. “Esto es peor que lo de ayer”, apuntaba antes de confirmar que no habían contado con los mismos medios que el día anterior. “Ayer fue alucinante, porque esto estaba lleno, pero es que hoy teníamos muchos menos”.


El segundo día del incendio, Arbancón acogió a 40 vecinos de Fraguas y Monasterio

La explicación bien podía encontrarse en Bústares. Apenas a 30 kilómetros de Cogolludo y Arbancón, en torno a las 11.30 horas el alcalde, Julio Martínez, recibía la noticia de que se había iniciado fuego en un colmenar. Conforme fueron pasando las horas, sus temores se centraron en el Alto Rey. “El viento se lo lleva todo al norte y la Sierra ya ni la veo”. Martínez también pedía la llegada de más medios aéreos con urgencia y alertaba del peligro que corría la zona. “Aquí hay jara y estepa y esto arde como la yesca”. Aunque no disponía de cálculos oficiales, calculaba que la extensión afectada podía ser de unas 1.000 hectáreas. Por la tarde, Martínez también confirmaba la evacuación de otros dos núcleos de población, Gascueña de Bornova, cuyos vecinos parece que han sido instalados en Hiendelaencina, y Prádena de Atienza. El deseo de Martínez, que a las 17.00 horas confirmaba la llegada de nuevos medio aéreos era que “el viento pare un poco antes de la noche para que podamos hacer algo”. Si grande era la frustración para APAM en la zona de Arbancón, en Bustares reconocían haber tenido “ganas de llorar”.

Tal y como confirmaría el alcalde, Julio Martínez, en torno a las 12.00 horas estuvieron apunto de controlar el fuego en la carretera de Bustares a Gascueña de Bornova, pero un cambio de viento incluso les obligó a retirarse apresuradamente para evitar quedar atrapados. “Con que hubiera habido un retén más en una de las esquinas podríamos haberlo parado”, aseguró Martínez lamentando la falta de medios.

En Bustares, el Nivel 1 se decretó a las 14.00 horas y el 2 a las 16.55. Además, a las 12.55 horas se había decretado la alerta regional, por lo que los incendios estaban siendo directamente gestionados desde Toledo. Desde el Consorcio Provincial de Bomberos (CEIS), tras controlar un tercer incendio en Millana, confirmaba su presencia en Gascueña de Bornova. A las 16.45, desde Emergencias confirmaban que el incendio de Cogolludo-Arbancón estaba en nivel 2 y cuenta con dos medios coordinación, cinco aéreos, diez de extinción y 65 personas. Además destacaba que las condiciones meteorológicas eran “nada favorables”. En Bustares contabilizaba un medio de coordinación, nueve aéreos, dos extinción y 61 personas. Igualmente, calificaba las condiciones climatológicas como “nada favorables”.

La falta de medios impidió retener el fuego de Bustares en la carretera a Gascueña

A las 17.00 horas, el delegado de la Junta, José Luis Condado, confirmó la evacuación de 180 personas a raíz de ambos incendios. En el de Bustares hubo que reubicar a 60 vecinos de Gascueña de Bornova en Hiendelaencina y a 80 de Prádena de Atienza en Atienza. En el de Cogolludo-Arbancón, 19 personas del poblado de Fraguas y 21 de Monasterio habían ido a Arbancón. El delegado reconocía que ambos fuegos seguían sin controlarse y que habían entrado en el Parque Natural de la Sierra Norte, en los pinares por Arbancón y en la Sierra del Alto Rey por Bustares. Además las previsiones meteorológicas no permitían ser optimistas, con vientos de más de 30 kilómetros por hora, poca humedad y temperaturas de más de 30 grados. Se prevía que el viento continuara durante la noche e incluso la presencia de tormentas eléctricas. En Bustares, Condado calculaba que habían ardido más de 200 hectáreas de prado y monte bajo. En Cogolludo-Arbancón, superaban ya las 600. Condado confirmaba la presencia de un retén vigilando el incendio de Cifuentes y de otro en Millana. Además, durante la misma rueda de prensa tenía conocimiento de un quinto, en Yunquera de Henares, que tampoco adquirió mayor gravedad. El incendio de Cogolludo-Arbancón, señaló, había contado hasta ese momento con 13 medios terrestres, siete aéreos, efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos (CEIS) y de la Unidad Militar de Emergencia (UME). En total, 106 personas llegaron a estar luchando contra el fuego. El balance era de 600 hectáreas afectadas, aunque con la llegada de las llamas a los pinares, reconocía que se había vuelto “más peligroso”. En Bustares, indicó, estaban trabajando 13 medios terrestres, nueve aéreos, miembros del CEIS y la UME. Eso suponía otras 104 personas. Condado, además de agradecer su esfuerzo a todos los implicados y asegurar la disponibilidad “sin limitaciones” de todos los medios, situó el origen del fuego en un colmenar y el coordinador de los servicios periféricos de Agricultura, Federico Verde, apuntó que la extinción resultaba complicada por la propia orografía del terreno.

Condado confirmó la disponibilidad de todos los medios, "sin limitaciones"

A las 19.30 horas, APAM confirmaba que el incendio de Bustares había acabado sobre todo con jara y robledal, aunque existía “un riesgo muy alto para el pinar” del Alto Rey. Sus previsiones no eran buenas, pero confiaban en las bajas temperaturas que suele haber durante la noche en esta parte de la provincia. “Si se apagara, habría que hacer un buen remate, porque en cuanto amanezca volverán a subir las temperaturas y lo más seguro es que se reaviven las llamas, como ha pasado en Arbancón”. El alcalde temía que hubieran ardido 1.500 hectáreas.

A las 20.30 horas, el alcalde de Arbancón, Gonzalo Bravo, acudía con tres tractores al término municipal de Monasterio, donde calculaba que las llamas se encontraban a un kilómetro del casco urbano, para construir cortafuegos. “Todos los agricultores de la comarca se están volcando con nosotros, trabajando a destajo”, asegura Bravo antes de calcular que habían contado con entre 25 y 30 para combatir el fuego. Abatido, confirmaba que “se ha quemado toda la Sierra Gorda” y que incluso se planteaban desalojar de Semillas. “En esta provincia no estamos capacitados para hacer frente a dos grandes incendios a la vez y eso no es algo que nos podamos permitir teniendo tanta masa forestal”, lamentaba. El alcalde de Tamajón, Eugenio Esteban, el fuego había esquivado la pedanía de Muriel, pero aseguraba que sus vecinos seguían “preparados para cualquier cosa”. Esteban apuntaba que uno de los problemas era que el fuego ha afectado a encinas, “que pueden estar ardiendo hasta 15 días sin llamas, sólo con rescoldos”. Esto facilitó que, con las altas temperaturas, se reavivaran las llamas por la mañana. 

El alcalde de Arbancón agradeció la ayuda de todos los agricultores

Mariano Escribano, alcalde de Hiendelaencina, asegura que la situación es “muy difícil” y confirmaba que 48 personas de Gascueña del Bornova habían sido realojadas en el municipio minero. También señalaba que después, de que se decretara el nivel 2, han ido llegando más medios, “quizás los hubiéramos necesitado antes, pero bienvenidos sean”. 

Por su pare, el alcalde de Gascueña de Bornova, Miguel Somolinos, mostraba su preocupación por la evacuación del pueblo, principalmente porque se encontraba en Madrid solucionando unos asuntos familiares, aunque había permanecido informado por teléfono. “Ahora mismo iré allí y a ver lo que me encuentro”. En Atienza, Pedro Loranca acogía a 90 vecinos de Prádena de Atienza. “La cosa está fastidiada”, reconoció antes de señalar que, aunque no se teme que las llamas lleguen al casco urbano, se ha preferido evacuar a la población por el humo.

“Había tanto que no se podía respirar y entre los vecinos hay gente mayor”. En el mismo sentido se pronunció la propia alcaldesa de Prádena, María Mercedes García, quien aseguró que “ha sido por una cuestión de prevención”. 

En Bustares, al filo de las 20.00 horas, Julio Martínez y algunos vecinos de la localidad permanecían en una de las laderas cercanas al pueblo. “Por aquí el incendio va mejor”, reconocía, aunque todavía podía divisar “llamas muy altas” en el Alto Rey. Por eso, tanto él como otros habitantes apostaron por mantenerse vigilantes. Así, en caso de que el viento vuelva a cambiar, “haremos todo lo que podamos para que no llegue al pueblo”. En torno a las 22.30, Soriano establecía una superficie de 1.000 hectáreas para el incendio de Cogolludo-Arbancón y de 700 para el de Bustares.

Con la noche llegaba la retirada de los medios aéreos, pero aseguraba que se iban a mantener dispositivos terrestres tanto de la Junta de Castilla-La Mancha como de la UME, durante toda la noche, concretamente 28 medios terrestres para Cogolludo-Arbancón y 16 en Bustares. Además, bajada de temperaturas, pero fuertes vientos para el sábado. 



SÁBADO

Una vez más a las 10.00 horas, en el Puesto de Mando Avanzado, Soriano informaba de que ya estaba trabajando sobre el terreno un dispositivo de 472 personas, 82 medios terrestres y 17 aéreos formado por personas de la Junta, Diputación, el Ministerio de Agricultura, UME y las comunidades de Madrid y Castilla y León. También establecía la superficie de Aleas en 1.500 hectáreas y la de Bustares en 1.000. La consejera señaló, además, que durante la noche se había logrado bajar la “virulencia de los dos incendios”, destacando el gran despliegue y la buena coordinación entre administraciones. Aún así, seguí temiendo que el viento pudiera complicar la situación.


Entre los alcaldes, la mañana del sábado disipó parte de los terrores de la noche del viernes, pero no todos, ni mucho menos. En el incendio de Cogolludo-Arbancón, el alcalde de esta última localidad, Gonzalo Bravo, con apenas cinco horas de sueño en más de dos días de actividad, anunciaba que el frente de su localidad parecía estar controlado. “Ahora mismo están revisando la zona para asegurarse de que no vuelva a pasar lo mismo (…) La temperatura ha bajado, pero es el puñetero viento”. Las columnas de humo aparecían y desaparecían mientras el frente de la lucha se trasladaba a la carretera entre Veguillas y Umbralejo. Así lo confirmaba el alcalde de Zarzuela de Jadraque, Carlos Atienza, tanto los vecinos de su municipio como los de Semillas estaban en alerta, por si fuera necesario evacuarlos. “Ahora mismo están intentando pararlo en la carretera”, en la CM-1006. Desde APAM apuntaban que el fuego había provocada el término municipal de Monasterio, a excepción de su casco urbano, y ha afectado al pinar de Veguillas, dos víctimas más que sumar a la Sierra Gorda.

El fuego de Bustares quedó frenado durante su descenso por una ladera a Prádena

Donde la situación parecía estar más controla era en Bustares. El alcalde, Julio Martínez, apenas había podido descansar dos horas en una noche que calificó como “peliaguda”. En torno a las 03.00 horas de la madrugada, según sus cálculos, miembros de la UME accedieron a una zona activa en la falda del Alto Rey, donde consiguieron salvarse los pinares, y poco después parecía que la situación empezaba a quedar bajo control. Además, desde primera hora varios helicópteros refrescaban ya la zona. Su balance, ya a la luz del día, era menos drástico que la noche anterior. “Hemos subido a la sierra para tener una visión de conjunto y, sólo en el término de Bustares, puede haber entre 600 y 800 hectáreas”. A eso habría que sumar los daños hubieran podido producirse en la zona de Prádena de Atienza, donde en torno a las 12.00 horas se centró la lucha. Desde APAM explican que el fuego, más lento en su avance al descender que al subir, había empezado a bajar por una ladera hacia Prádena y “esperamos que se pueda controlar ahí con los medios aéreos”. Representantes de los retenes de Geacam hacían un balance similar al de los alcaldes y APAM. “Parece que el de Bustares está mejor, pero el de Aleas (Cogolludo) sigue descontrolado”. Conscientes de la importancia que tiene la evolución del viento, recordaban que la obligada rotación de personal ha reducido el número de efectivos con los que cuenta el dispositivo. “Ahora hay retenes que no tienen la misma capacidad (…) Es que tenemos un operativo que sólo está preparado para un primer ataque a un incendio incipiente”, lamentaban. “No puede ser que de cualquier incendio medio grande que se salga de eso tenga que hacerse una causa desesperada”. Además, apuntaban que los encargados de los aspectos logísticos del dispositivo “van al límite. Apenas han podido dormir”.


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Por la tarde volvieron a sus hogares los vecinos de Gascueña, Fraguas y Monasterio

A medio día, la presidenta de la Junta, María Dolores Cospedal, se trasladaba a la zona, donde aprovechó para agradecer a los miembros del operativo su “profesionalidad y dedicación absoluta”. La presidenta indicó que el operativo contaba ya con más de 470 trabajadores sobre el terreno esta tarde, 17 medios aéreos y 82 terrestres. Cospedal señaló que “la situación es mucho mejor de lo que era hace 24 horas”, en parte gracias a la bajada de temperaturas, aunque advertía que “tenemos que estar muy atentos a cómo se va desarrollando” el incendio. Asimismo, la presidenta ha detallado que hasta el momento la superficie de trabajo del incendio de Aleas se ha ampliado hasta unas 2.100 hectáreas, mientras que la de Bustares es de unas 1.000, aunque ha aclarado que dentro de ellas hay zonas que no se han visto dañadas.


A lo largo de la tarde el Ayuntamiento de Arbancón confirmaba el retorno de los vecinos de Monasterio y Fraguas a sus hogares y la Junta hacía lo propio con los de Gascueña de Bornova, que habían permanecido en Hiendelaencina, donde también se había desplazado la Cruz Roja para montar un albergue provisional. En Atienza, sin embargo, el alcalde, Pedro Loranca, continuaba con todo dispuesto para facilitar alojamiento durante una noche más a los vecinos de Prádena de Atienza.

A las 20.30, desde Bustares y APAM anunciaban que las llamas estaban prácticamente detenidas a la altura de Prádena de Atienza. En el de Cogolludo-Arbancón, los efectivos también conseguían frenarlas en la CM-1006, en Robredarcas, un pueblo abandonado de Semillas. “Ahí es donde han conseguido controlarlo”, aseguraba el alcalde, Demetrio Casa, que tenía a todos los vecinos preparados para ser evacuados en caso de que el viento cambiara de dirección. Con la llegada de la noche y la retirada de los medios aéreo, la climatología decidió echar una mano a la Sierra Norte. La lluvia hacía acto de aparición para refrescar la zona. Desde APAM confiaban en que el fuego pudiera quedar controlado a lo largo de la noche.


Para algunos alcaldes que durante los últimos días habían vivido una actividad frenética llegaba el momento de descansar, que no de confiarse y mirar a su alrededor. El primer edil de Bustares se contró con “un panorama desolador”. En Arbancón, Gonzalo Bravo, lamenta la pérdida de parajes como La Torrecilla y Los Llanos, convertidos en los últimos tiempos en reclamos turísticos gracias a la creación de unas rutas senderistas que ahora han quedado reducidas a cenizas.

Fotos de APAM-CLM, Rafael Martín, Ayuntamiento de Arbancón y BRIF de Cuenca.