Zafón presenta en el Liceo de Barcelona su nuevo libro: El juego del ángel
01/10/2010 - 09:45
Por: MIGUEL LORENCI. COLPISA
El libro más esperado de la reciente historia editorial española está, al fin, en manos de los lectores. Su autor, Carlos Ruiz Zafón (Barcelona 1964), demostró ayer que por algo es el narrador español más leído del mundo.
Como el gran divo de la ficción que es, como un Caruso o una Callas de la ficción, como el más probable boss de la fabulación en castellano, con permiso de Arturo Pérez-Reverte, el escritor catalán Carlos Ruiz Zafón presentó en un abarrotado teatro del Liceo, en el corazón de la Barcelona que lo inspira, su nueva y esperada obra, El juego del ángel. Sus expectantes lectores pueden ya disfrutar de las 667 páginas que dan continuidad al mayor y más fulgurante fenómeno editorial de las últimas décadas, presentado con toda la pompa y el aparato que exigía la ocasión.
Planeta, sello generoso donde los haya con sus autores, tiró la casa por la ventana con su estrella más rutilante y entronizó ayer a Ruiz Zafón como un rey de la literatura de masas en el mítico espacio del Liceo. Más de trescientos periodistas de varios continentes acreditados, editores de una docena de países y un buen puñado de ejecutivos abarrotaban palcos y platea del Liceo. A la puerta, curiosos y fans como los que persiguen y acosan a las estrellas del rock. Sobre el escenario, un decorado digno de una gran producción de ópera para dejar bien claro que se trataba del lanzamiento editorial más espectacular de la década. Un hito en esta industria por su complejidad y su volumen, según se ufanaba Carlos Revés, director editorial de Planeta.
El juego del ángel daba así comienzo, con un millón de ejemplares sobre el tapete, casi el doble del último lanzamiento de Kent Follet, para deleite de unos ávidos lectores ansiosos por confirmar si Ruiz Zafón está a la altura de sí mismo. Previo pago de los 25 euros que cuesta el libro, los interesados podrán entrar en el juego y comprobar si afloja o crece su vigorosa voz narrativa y si los siete largos años de espera que ha impuesto para saber qué se sigue cociendo en el cementerio de los libros olvidados han merecido la pena.
Serenidad
Ruiz Zafón cree que sí, que estará a la altura de las exigencias. La espectacular parafernalia de la presentación no le puso nervioso ni restó un ápice de aplomo: Estoy muy tranquilo y muy sereno, mi trabajo es construir historias y tengo la certeza de que entrego al lector el libro que quería, y que lo hago cuando ya no puedo mejorarlo. Fue la declaración de intenciones de un aplomado escritor que charló largo y distendido con Olga Viza sobre un escenario con decorado modernista e inundado de libros, pero que no renunció a su atuendo informal: camisa roja, cazadora vaquera y zapatillas. Como siempre, un dragón adornaba su solapa.
Planeta, sello generoso donde los haya con sus autores, tiró la casa por la ventana con su estrella más rutilante y entronizó ayer a Ruiz Zafón como un rey de la literatura de masas en el mítico espacio del Liceo. Más de trescientos periodistas de varios continentes acreditados, editores de una docena de países y un buen puñado de ejecutivos abarrotaban palcos y platea del Liceo. A la puerta, curiosos y fans como los que persiguen y acosan a las estrellas del rock. Sobre el escenario, un decorado digno de una gran producción de ópera para dejar bien claro que se trataba del lanzamiento editorial más espectacular de la década. Un hito en esta industria por su complejidad y su volumen, según se ufanaba Carlos Revés, director editorial de Planeta.
El juego del ángel daba así comienzo, con un millón de ejemplares sobre el tapete, casi el doble del último lanzamiento de Kent Follet, para deleite de unos ávidos lectores ansiosos por confirmar si Ruiz Zafón está a la altura de sí mismo. Previo pago de los 25 euros que cuesta el libro, los interesados podrán entrar en el juego y comprobar si afloja o crece su vigorosa voz narrativa y si los siete largos años de espera que ha impuesto para saber qué se sigue cociendo en el cementerio de los libros olvidados han merecido la pena.
Serenidad
Ruiz Zafón cree que sí, que estará a la altura de las exigencias. La espectacular parafernalia de la presentación no le puso nervioso ni restó un ápice de aplomo: Estoy muy tranquilo y muy sereno, mi trabajo es construir historias y tengo la certeza de que entrego al lector el libro que quería, y que lo hago cuando ya no puedo mejorarlo. Fue la declaración de intenciones de un aplomado escritor que charló largo y distendido con Olga Viza sobre un escenario con decorado modernista e inundado de libros, pero que no renunció a su atuendo informal: camisa roja, cazadora vaquera y zapatillas. Como siempre, un dragón adornaba su solapa.