El Marchamalo está en la cresta de la ola

La primera parte de los locales fue para enmarcar. Ritmo, juego colectivo, ocasiones por doquier y un golazo del Pichichi Dani Cabanillas para poner la guinda. Las Pedroñeras entró al partido temeroso ante el cuadro gallardo. Las noticias vuelan y ya es vox populi que el conjunto marchamalero te supera por posesión, llámenlo desbaste. De esta forma empezó a hilar jugadas la escuadra local. De nuevo con Miguel Pérez y Palencia en la sala de máquinas y Javi Hernández y Rafa Espada en los costados. Es de elogiar la manera de jugar de este equipo. Sin renunciar a la idea de jugar asociativamente, con paciencia, abriendo huecos, con continuos desmarques, apoyándose atrás si la ocasión lo requiere. De manual.

Todo ese juego académico necesita también de algún artista que remueva lo convencional, ese es Manolo, que desde la mediapunta organiza, y de qué forma, el cuadal ofensivo verdillo. Ya había perdonado el Marchamalo un par de ocasiones claras pero no tropezó en la misma piedra Cabanillas, que se sacó de la chistera el 1-0. Para una vez que se asoma al ataque el cuadro de José Luis Sepúlveda van y le pillan con el carrito del helado. El córner a favor se convirtió en un arma de doble filo cuando Manolo condujo soberbiamente el contragolpe convertido en oro por Cabanillas cuya vaselina se coló por la escuadra de Juli.

Con marcador a favor comenzaron a gustarse los locales arrancando incluso los aplausos de La Solana, que cada vez se parece más a un parque de atracciones. Después de desperdiciar alguna que otra oportunidad para haber matado el partido, se llegó al descanso. Sin ser apabullante, la primera parte del cuadro marchamalero había sido redonda, de dominio absoluto.

La segunda iba a ser bien diferente. Por lo pronto la primera jugada de ataque del Pedroñeras estuvo a un tris de convertirse en la pifia del año. Sebas no atajó el balón, que cayó en los pies de Gustavo pero el ariete fue solidario para con el cancerbero local al no acertar con la portería. A medida que pasaban los minutos, entraron dudas en el Marchamalo, que ya no se mostraba tan suelto con el balón. Estaba romo, sin frescura, ya no había tantos movimientos como en el primer acto.

Tampoco los conquenses apretaban demasiado. Con menos fe que fútbol, gozaron de su primer oportunidad seria de peligro en el minuto 70 cuando un pase de Gustavo encontró a Carlos solo que su remate se marchó desviado. En el último cuarto de hota, el partido se abrió. Los visitantes se lanzaron a la desesperada pero sin argumentos y el Marchamalo, con la velocidad de Javi e Isma perdonó el 2-0 a la contra. Acabaron con la lengua fuera los gallardos pero siguen líderes que es lo que cuenta.