La iglesia del Fuerte, remodelada tras 15 meses de obras, reabre sus puertas

La iglesia del Fuerte de San Francisco se ha inaugurado esta mañana después de 15 meses de obras. La presidenta de la Junta de Comunidades, María Dolores de Cospedal, acudió hasta el remozado templo protegida por un importante dispositivo de seguridad que impidió el acceso a un grupo de personas dispuesto junto a la glorieta de la Unión Europea (formado por estudiantes y miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca). Junto a ella, como máximas autoridades estuvieron presentes el delegado del Gobierno, Jesús Labrador, el consejero de Educación, Marcial Marín, el alcalde de Guadalajara, Antonio Román y el obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, además de otras representantes civiles, militares o eclesiásticos.
La presidenta realizó un recorrido por las distintas estancias acompañada del equipo de técnicos y arquitectos que han hecho posible la restauración.
La obra ha durado 15 meses y ha sido necesaria una inversión de 1.180.000 euros. La financiación ha procedido del programa del 1 por ciento Cultural de los Ministerios de Fomento y Educación, Cultura y Deportes y de la aportación proporcionada por la Junta de Comunidades.  En total, se ha intervenido en más de 2.000 metros cuadrados de superficie, entre  cubiertas, fachadas, etc. si bien la iglesia tiene unos 600 metros cuadrados. A partir del próximo 2 de junio la iglesia abrirá sus puertas al culto en un régimen “semiregular de domingos y fiestas de Guadalajara”, tal y como señaló el párroco titular de este templo, adscrito a la Concatedral, Agustín Bugeda.

Después, tuvo lugar el acto simbólico de entrega de la llave del templo por parte de la Junta de Comunidades al Ayuntamiento de Guadalajara, que protagonizaron Cospedal y Román. Después, se firmó el protocolo de cesión de uso para el culto entre el Ayuntamiento de Guadalajara y la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara.
Seguidamente, Román realizó un recorrido histórico por el pasado de la iglesia del Fuerte, señalando que “recuperar esta iglesia es recuperar parte de la historia de Guadalajara”, señaló el alcalde.
Por su parte, el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, expresó su gratitud a todos los implicados en la restauración del monumento, del que destacó que no será sólo un espacio para el culto, sino también un epicentro turístico que fomentará “el turismo, el desarrollo social, económico y cultural de Guadalajara”.
Cerró las intervenciones la presidenta de la Junta, destacando que “hoy es un día de alegría” y recordando que es “innegable” que tendrá “beneficios espirituales y económicos”. La presidenta señaló que “la recuperación de todo el complejo puede ser y tiene que ser uno de los atractivos turísticos de la ciudad”.

Historia
Inicialmente perteneció a la orden de los templarios y después de los franciscanos. A finales del siglo XIII fue arrasado por un incendio. Desde aquel siniestro los monjes de Guadalajara contaron con el mecenazgo de la familia de los Mendoza, gracias a los cuales pudo reconstruirse de sus cenizas. La actual iglesia data de la segunda mitad del siglo XV y se realizó en dos fases: la primera a cargo del marqués de Santillana y, la segunda, a manos de su hijo, Pedro González de Mendoza.
Un siglo más tarde Doña Ana de Mendoza, sexta duquesa del Infantado, continuó la labor de mecenazgo de la iglesia, continuando la labor de creación de un nuevo retablo, claustro y cripta, ésta última recuperada y visitada ya por miles de personas.
En 1808, con la invasión napoleónica, San Francisco se convirtió en centro militar para las fuerzas ocupantes. Después, el complejo vivió una larga historia militar que concluyó en el año 2000 cuando el Ministerio de Defensa decidió ceder la propiedad al Ayuntamiento de Guadalajara. Ya en 2004 se rubricó un convenio urbanístico entre Defensa, la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento de Guadalajara “para recuperar las naves y los edificios situados en este sector del Fuerte de San Francisco”.

La obra
Juan Leal, jefe del proyecto de restauración (tanto de la Cripta de San Francisco, como de la iglesia) argumentó que “se ha tratado de recuperar el mayor porcentaje de obra antigua incorporando únicamente aquellas tecnologías contemporáneas necesarias para evitar las humedades del terreno”. Tras el proyecto de restauración, el templo está ventilado completamente para evitar que vuelvan a proliferar las humedades.
La obra ha permitido recuperar en las capillas en el altar mayor y en otras zonas pinturas antiguas que estaban ocultas por cal y que, aunque estaban en malas condiciones, han sido recuperables.
En 2008 se elaboró un Plan Director de recuperación que englobaba el cien por cien del conjunto arquitectónico del Fuerte de San Francisco: cripta, iglesia y claustro.