Hiendelaencina celebra su 40ª Pasión Viviente gracias a sus vecinos
06/04/2012 - 11:01
La decana de las pasiones vivientes de la provincia de Guadalajara, la de Hiendelaencina, cumple este año su 40 aniversario. Por ello, y pese a que las condiciones económicas lo han puesto más difícil, sus organizadores han hecho todos los esfuerzos necesarios para que se vuelva a realizar con éxito esta Fiesta de Interés Turístico Regional. Gracias a donativos de los vecinos, rifas y sorteos hemos encontrado la financiación, cuenta Joaquín Latova, presidente de la Asociación Cultural Loin de la Encina.
Otro aspecto muy importante es la gran implicación de los vecinos de todas las edades, que entienden la Pasión Viviente como suya y sienten una gran responsabilidad para que salga bien. Todos los años contamos con un apoyo de la gente muy grande. Es la única forma en la que podemos hacerla, ya que participa más gente que habitantes censados tiene el pueblo, explica Latova. En total, 180 personas se hacen cargo de la representación 150 actuando y los demás organizando, a la que en los mejores años han llegado a acudir 5.000 personas como público. Una barbaridad para un pueblo como Hiendelaencina, en la que a veces se sienten desbordados por tanta gente y supone un reto organizativo.
Los atractivos de esta Pasión Viviente residen primero en su tradición y antigüedad, siendo un referente. Además, se trata de una representación muy seria y muy digna, centrada en transmitir lo que ocurrió, sin pasarse con el espectáculo.
Por supuesto, los grandes protagonistas son los personajes de la obra. Entre ellos destaca, como no podía ser de otra manera, Jesucristo. A partir de él tienen una gran importancia la Virgen María, los apóstoles, Caifás, Pilatos, el Cirineo o la Verónica, siendo los que más aparecen y los que más diálogo tienen. Variamos los papeles porque buscamos que la gente no se encasille y para que sirva de aliciente, para que sepan que siempre pueden optar a un papel con más importancia, dice el presidente de la asociación. En 40 años han pasado ya muchos actores por la Pasión, añade.
La escena más importante volverá a ser sin duda la de la crucifixión. Gran mérito de ello es el paraje elegido por parte de la organización, un montículo a la salida del pueblo orientado hacia el Alto Rey. Está todo muy limpio y el lugar es muy representativo. Además la escenificación, con el clavado en la cruz, su levantamiento y las propias palabras de Jesús, es realmente impactante.
Lo que hoy es una de las citas más importantes de la Semana Santa en la provincia de Guadalajara nació gracias a una iniciativa del año 1972. El entonces párroco, Bienvenido Larriba, y el maestro Abelardo Gismera estaban encargados de dar clases de cultura general por las tardes a los chicos jóvenes que ya no podían ir a la escuela porque trabajaban en las labores del campo. Así, buscaron incentivar la participación de sus alumnos con un proyecto que se basaba en sacar el Vía Crucis, que se celebraba dentro de la iglesia, a la calle. De hecho la primera Pasión se llamó el Vía Crucis Viviente, recuerda Latova.
La plaza Mayor fue el lugar elegido donde hacer las estaciones, contando con la colaboración de unas 30 personas. Como salió bien, la gente fue perdiendo la vergüenza, se fue implicando y la producción se fue ampliando, evolucionando cada nuevo año con diferentes novedades. Todos se han ido haciendo en sus propias casas las túnicas, los calzados, trabajando en los escenarios . El mantenimiento también ha sido siempre una parte importante, haciendo reparaciones en los escenarios cada nueva edición. Desde entonces, en algunas representaciones hemos visto tres generaciones de una misma familia: abuelo, padre e hijo.
Con todos estos elementos como baluarte, desde la Asociación Cultural Loin de la Encina quieren recordar que la cita tiene lugar hoy, Viernes Santo a las 12.15 horas, siempre que el tiempo atmosférico nos respete. Por ello, invitan a todos los interesados a que se acerquen a esta bella localidad serrana para vivir de cerca uno de sus momentos más importantes y representativos de todo el año.
Otro aspecto muy importante es la gran implicación de los vecinos de todas las edades, que entienden la Pasión Viviente como suya y sienten una gran responsabilidad para que salga bien. Todos los años contamos con un apoyo de la gente muy grande. Es la única forma en la que podemos hacerla, ya que participa más gente que habitantes censados tiene el pueblo, explica Latova. En total, 180 personas se hacen cargo de la representación 150 actuando y los demás organizando, a la que en los mejores años han llegado a acudir 5.000 personas como público. Una barbaridad para un pueblo como Hiendelaencina, en la que a veces se sienten desbordados por tanta gente y supone un reto organizativo.
Los atractivos de esta Pasión Viviente residen primero en su tradición y antigüedad, siendo un referente. Además, se trata de una representación muy seria y muy digna, centrada en transmitir lo que ocurrió, sin pasarse con el espectáculo.
Por supuesto, los grandes protagonistas son los personajes de la obra. Entre ellos destaca, como no podía ser de otra manera, Jesucristo. A partir de él tienen una gran importancia la Virgen María, los apóstoles, Caifás, Pilatos, el Cirineo o la Verónica, siendo los que más aparecen y los que más diálogo tienen. Variamos los papeles porque buscamos que la gente no se encasille y para que sirva de aliciente, para que sepan que siempre pueden optar a un papel con más importancia, dice el presidente de la asociación. En 40 años han pasado ya muchos actores por la Pasión, añade.
La escena más importante volverá a ser sin duda la de la crucifixión. Gran mérito de ello es el paraje elegido por parte de la organización, un montículo a la salida del pueblo orientado hacia el Alto Rey. Está todo muy limpio y el lugar es muy representativo. Además la escenificación, con el clavado en la cruz, su levantamiento y las propias palabras de Jesús, es realmente impactante.
Lo que hoy es una de las citas más importantes de la Semana Santa en la provincia de Guadalajara nació gracias a una iniciativa del año 1972. El entonces párroco, Bienvenido Larriba, y el maestro Abelardo Gismera estaban encargados de dar clases de cultura general por las tardes a los chicos jóvenes que ya no podían ir a la escuela porque trabajaban en las labores del campo. Así, buscaron incentivar la participación de sus alumnos con un proyecto que se basaba en sacar el Vía Crucis, que se celebraba dentro de la iglesia, a la calle. De hecho la primera Pasión se llamó el Vía Crucis Viviente, recuerda Latova.
La plaza Mayor fue el lugar elegido donde hacer las estaciones, contando con la colaboración de unas 30 personas. Como salió bien, la gente fue perdiendo la vergüenza, se fue implicando y la producción se fue ampliando, evolucionando cada nuevo año con diferentes novedades. Todos se han ido haciendo en sus propias casas las túnicas, los calzados, trabajando en los escenarios . El mantenimiento también ha sido siempre una parte importante, haciendo reparaciones en los escenarios cada nueva edición. Desde entonces, en algunas representaciones hemos visto tres generaciones de una misma familia: abuelo, padre e hijo.
Con todos estos elementos como baluarte, desde la Asociación Cultural Loin de la Encina quieren recordar que la cita tiene lugar hoy, Viernes Santo a las 12.15 horas, siempre que el tiempo atmosférico nos respete. Por ello, invitan a todos los interesados a que se acerquen a esta bella localidad serrana para vivir de cerca uno de sus momentos más importantes y representativos de todo el año.