29 M ¡A la huelga general!

28/03/2012 - 16:04 Redacción

Aunque parecía poco menos que imposible, el PP ha sufrido un revés electoral en Andalucía y Asturias. Sobre todo los andaluces han demostrado que nada es inevitable, aunque la mayoría absoluta de la derecha se diera como segura, al final se ha podido evitar gracias al avance de la izquierda alternativa que representa Izquierda Unida.
 
Mañana tenemos otra gran oportunidad para convertir la huelga general en un rechazo masivo, contundente y efectivo a la reforma laboral y los recortes sociales. A pesar de la firmeza que traslada Rajoy, como ya ocurrió en el 2002, se verá obligado a rectificar si la movilización continúa y la jornada de huelga es un éxito. No se puede estar permanentemente gobernando contra el pueblo.
 
Nada es inevitable, podemos parar esta reforma laboral que trae más despidos, menos salario, peores condiciones de trabajo y da un poder casi sin límite al empresario.
A partir de ahora, la Ley sale de la empresa: el empresario podrá reducir tu salario, cambiar jornada y vacaciones, y modificar tus tareas en el trabajo. Los empleados públicos podrán ser despedidos.
La reforma laboral aprobada por el Partido Popular es una auténtica contrarreforma que desmantela la ya mermada protección legal que hasta ahora teníamos los trabajadores y las trabajadoras en nuestras relaciones con la empresa.
 
Hay alternativas a las políticas de derechas y es posible crear empleo, estable y de calidad. Izquierda Unida ha hecho numerosas propuestas concretas: para estimular la economía real mediante el crédito para ayudar a las pequeñas empresas y autónomos a contrata, medidas de incremento del consumo y la inversión, aumentar el empleo público para mejorar la educación, la sanidad, la atención a la dependencia y otros servicios públicos. Estas medidas se pueden financiar: combatiendo el fraude fiscal y la economía sumergida (hoy un 23% de la economía española) y con una reforma fiscal que haga que paguen más quienes más tienen y ganan, especialmente la banca y las grandes empresas que son los principales responsables de la crisis.