A vueltas con la 320
01/10/2010 - 09:45
Editorial
La CN-320 es una de esas carreteras en las que cualquier pequeña obra se convierte en un proyecto infinito. Así ocurrió durante la ejecución de los trabajos de su propia variante, que sacaron la carretera de su viejo trazado que, entre otros sitios, cruzaba por el centro de la localidad de Tendilla. Decenas de problemas salpicaron estos trabajos que, entre otras penalidades, tuvieron que bregar con los desprendimientos de tierras en la parte más alta del trazado. Otro parón sufrieron las obras en la bajada del Sotillo y qué decir del acceso a la estación del AVE.
Como lo que mal empieza mal acaba la llegada de la nueva carretera a la capital no ha quedado exenta de problemas, máxime cuando se ha optado por un paso subterráneo a la altura del hospital para acabar con los kilométricos atascos en la zona. Las dudas que el senador popular Sánchez Sánchez-Seco ha sembrado sobre las explicaciones de Fomento al parón de esta última obra poco resuelven a los conductores que cada día sufren los embotellamientos. La explicación de la aparición de la vía subterránea no es ni más ni menos creíble que otra, es más, en el socavón abierto para iniciar el túnel se ve parte de las balsas a las que hace alusión Fomento. Tiene razón, eso sí, el alcalde de Pastrana en que el hartazgo comienza a cundir entre cuantos transitan de forma habitual por esta carretera, entre ellos los habitantes de su localidad. Son ya demasiados años los que caen, uno tras otro, encima de esta obra interminable sobre la que PP y PSOE -turnados en el Gobierno de la nación en las diferentes fases de ejecución- se culpan de los desaguisados que genera. Poco falta para que el último tramo llegue por fin a Cuatro Caminos, no es momento de embarullar las obras en la batalla política y sí de buscar soluciones rápidas para superar los problemas técnicos que no dejan de aparecer. Seguro que los conductores agradecerán la celeridad ejecutora, que hasta ahora ha sido más bien escasa.