A vueltas con los toros

En su columna de opinión, La Corrala, del pasado viernes, el periodista y director de comunicación de Atres Media, Javier del Castillo, recordaba a Buero Vallejo cuando se refería a España como un país “muy puñetero’ y lo hacía (Del Castillo) en el contexto de la campaña contra la tauromaquia que se lleva impulsando desde hace algún tiempo en España, “y que comienza a adquirir proporciones realmente alarmantes”, añadía con toda razón nuestro colaborador. Pues bien ya tiene sus ramificaciones en nuestra provincia. Dos localidades, con preguntas más o menos tibias que escondían su verdadero objetivo, han puesto en el brete a sus vecinos de pronunciarse a favor o en contra de los toros en sus fiestas. Se han escudado en el gasto económico que suponen para el consistorio pero la realidad es que a algunos de los miembros de sus ayuntamientos no les gustan los toros y han buscado otro camino, a través del populismo, para lograr el mismo objetivo y en parte parecen haberlo conseguido en Cabanillas donde han anunciado la supresión de las novilladas y la reducción del presupuesto manteniendo únicamente los espectáculos “menos cruentos”. Lamentable. Han logrado eso sí el enfrentamiento entre las distintas formaciones políticas y la discusión entre los vecinos. Si querían un pronunciamiento masivo en las urnas se han encontrado con un ridículo 10% de participación en Cabanillas y un más digno, pero también escaso, 22% en Torrejón del Rey. Desinterés o pasotismo entre los ciudadanos que demuestra que el asunto no está en la calle donde a la mayoría les preocupan más otras cosas pero que al tripartirto cabanillero le sirve de excusa para materializar el odio a los toros. El resultado no había alcanzado ni el 60% en contra entre los exiguos votantes. En Torrejón la victoria, tampoco apabullante, fue para los taurinos. Allí se la han tenido que envainar.

Es lo que está sucediendo, como decía Buero Vallejo, propio de un país, nosotros pensamos que sólo de unos pocos- esos que aseguran que van a regenerar a todos- “muy puñeteros”, o como se dice por nuestra tierra de gente con ‘ganas de moler’ u otras expresiones más bruscas. Estamos radicalmente en contra del maltrato animal, a favor de que se considere delito y se castigue a los que lo infringen, pero los festejos taurinos son otra cosa, que forma parte de nuestra cultura e historia.