Aberraciones punibles y muertes impunes
La actualidad son los niños. Los inocentes niños y niñas, los encantadores bebés que aquí o en cualquier país, son iguales en derechos. Sin embargo, debido a su indefensión, están diariamente en las portadas de las cadenas de televisión y en los medios de comunicación. Hay un número muy elevado de niños y niñas que sufren abusos sexuales por parte de los adultos. En la violencia sexual contra estas criaturas, los abusadores se aprovechan de su inocencia y de su vulnerabilidad. Y tanto fuera del entorno familiar, como dentro de ese círculo, en muchos casos hay violencia. Las consecuencias son devastadoras siempre. Pero hay mal nacidos, que se asocian para el mal.
Además de violadores, algunos graban las imágenes para comercializar y distribuir. A la aberración injustificable del abuso contra estos inocentes añaden la ruindad de tratar de vender sus fechorías. Hay un comercio clandestino. Estos niños y niñas van a vivir con problemas toda la vida. Además de la vigilancia que la policía ejerce en cada país sobre Internet, de vez en cuando se montan operativos conjuntos contra la pornografía infantil. La última operación de este tipo (continúa abierta), se desarrolló simultáneamente en 22 países europeos. Se ha saldado con 112 detenciones, al menos 18 en España. En la Operación Icarus, que comenzó a principios de año, han intervenido los cuerpos policiales de 26 estados y ha sido liderada por Dinamarca. Se han identificado a más de 200 personas que compartían videos con las formas más extremas de abusos a menores.
Entre el material incautado se mostraban imágenes de violaciones a bebés. La Brigada de Investigación Tecnológica sigue analizando la abundante información contenida en los diversos soportes. La sociedad se alarma cuando se hacen públicos algunos de los datos de los registros policiales. Pero las mentes enfermas se mueven a sus anchas en una sociedad sin valores, donde las ideologías imponen sus criterios de sexo, educación y libertad. La lujuria nadie la ve como un vicio. Se venden como progreso nuevos derechos. La interrupción del embarazo se considera un derecho de la mujer y hay leyes que lo justifican.
La ignorancia y la pereza son mayúsculas, pero la eugenesia es hoy de dominio público. ¿Puede extrañar que algunos comiencen ya a vender la pedofilia como intimidad intergeneracional? ¿Escándalo? ¿Cuándo es punible una aberración, cuando se produce, o cuando se da a conocer en los medios? ¿Si no trasciende es un derecho? La sombra o la luz, ¿pueden cambiar el juicio de la sociedad sobre los hechos? Creo que coincidimos en el asco que producen esas aberraciones que persigue la policía. Sin embargo tengo una pregunta: ¿la muerte de los cientos de miles de niños abortados no son punibles? Si a un bebé lo violaran, la violación es punible. Pero si le matan ¿el haberle dado muerte no lo es? La estupidez humana es infinita. Dicen los sabios que la muerte como final definitivo no existe. Estas criaturas tienen conciencia. La vida es un juego del que nadie puede retirarse, llevándose las ganancias dijo A. Maurois. Robar a alguien la vida o violar a un niño no tienen justificación. Si reclaman memoria, dignidad y justicia llegarán. ¡Que nadie lo dude!