Además de Obama
01/10/2010 - 09:45
EL COMENTARIO
FRANCISCO MURO DE ISCAR. Periodista
Y si nombramos ministro de Economía al blogger de moda, a Leopoldo Abadía, el de la crisis Ninja, el que es capaz de explicar, y de que se entienda, lo que pasa, por qué pasa y quién tiene la culpa?
Zapatero y sus ministros tienen que estar encantados de que el efecto Obama anule todo lo demás. Bien mirado, el Gobierno siempre lo ve en positivo y los demás, como decía Van Gaal, el ex entrenador del Barcelona, siempre en negatifo, nunca en positifo. Si hay dudas, el Gobierno aplica lo que decía otro entrenador, Vujadin Boskov: fútbol es fútbol o, dicho de otra manera, esto es lo que hay, disimula y sonríe. La táctica es anticiparse, como Solbes, y difuminar la verdad. Si luego Almunia y todos los demás dicen que es mucho peor, tú explicas clara y tranquilamente que los gurús, y no sólo el Gobierno español, se han equivocado en las previsiones y que somos fuertes para salir de esto. Y es verdad, porque incluso a pesar de sus gobernantes, este país, como otros muchos, ha sobrevivido a todas las crisis. Ayer lo hacían el ministro de Justicia, que sabe de esto porque se sienta al lado de Solbes en los Consejos de Ministros y debe haber aprendido, y la vicepresidenta De la Vega, que pide confianza incondicional y amenaza a la banca con exigir que conceda créditos a la familias y a las pymes. Pues eso, disimula y sonríe.
No es sólo el desempleo ni tan siquiera su cobertura. Es imprescindible que se atienda a todos los que se van a ver afectados por la crisis. Pero lo importante -lo importante, no lo mediático ni lo marketiniano ni lo demagógico- es ayudar a crear las condiciones para que las empresas creen empleo para que los que lo han perdido tengan alguna posibilidad de recuperarlo, dejar de cobrar subsidios y contribuir a generar riqueza y más empleo.
Almunia ha dejado al Gobierno a la intemperie. A su pesar. Pero son los datos los que hablan y el Gobierno lo sabe. En noviembre de 2008, la cifra de negocios de la industria registraba una caída del 21 por ciento y la cartera de pedidos, del 28,1, los mayores desde los 90. Eso, en noviembre, ahora es peor. Y el Gobierno lo sabía entonces y sabe ahora que las medidas que ha tomado no sirven para salir de la crisis. Roca acaba de anunciar un ERE para casi 2.000 trabajadores y Burberrys España para otros 250. La otra gran industria española, la del turismo, mira recelosa el futuro inmediato. Los expertos internacionales, esos que tanto se equivocan, están recomendando a las empresas prepararse para una larga y profunda recesión y centrarse en mejoras operativas, echar un ojo a empresas que atraviesen dificultades porque las ven a vender por nada y tener mucho cuidado con el capital riesgo: sólo un 30 por ciento de las firmas especializadas en compras sobrevivirán a la crisis.
No es sólo el desempleo ni tan siquiera su cobertura. Es imprescindible que se atienda a todos los que se van a ver afectados por la crisis. Pero lo importante -lo importante, no lo mediático ni lo marketiniano ni lo demagógico- es ayudar a crear las condiciones para que las empresas creen empleo para que los que lo han perdido tengan alguna posibilidad de recuperarlo, dejar de cobrar subsidios y contribuir a generar riqueza y más empleo.
Almunia ha dejado al Gobierno a la intemperie. A su pesar. Pero son los datos los que hablan y el Gobierno lo sabe. En noviembre de 2008, la cifra de negocios de la industria registraba una caída del 21 por ciento y la cartera de pedidos, del 28,1, los mayores desde los 90. Eso, en noviembre, ahora es peor. Y el Gobierno lo sabía entonces y sabe ahora que las medidas que ha tomado no sirven para salir de la crisis. Roca acaba de anunciar un ERE para casi 2.000 trabajadores y Burberrys España para otros 250. La otra gran industria española, la del turismo, mira recelosa el futuro inmediato. Los expertos internacionales, esos que tanto se equivocan, están recomendando a las empresas prepararse para una larga y profunda recesión y centrarse en mejoras operativas, echar un ojo a empresas que atraviesen dificultades porque las ven a vender por nada y tener mucho cuidado con el capital riesgo: sólo un 30 por ciento de las firmas especializadas en compras sobrevivirán a la crisis.