Afición taurina pase lo que pase

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Te cuento
Si había alguna duda de la afición de los marchamaleros por los toros, ayer quedó despejada. Bajo un sol de justicia que superaba los 25 grados, niños y mayores asistían en el inmenso recinto ferial al tercer encierro de El Gallardo y al chico, que tuvo lugar en la plaza.
Los más afortunados consiguieron resguardarse en las escasas sombras existentes –que en los próximos años se espera aumenten, una vez que crezcan los árboles– sin embargo, la mayoría aguantó estoicamente al sol para ver a los astados. Tanto los que estaban en la calle como los que aguantaban dentro de la plaza viendo correr y haciendo recortes a los más jóvenes delante de una pequeña vaquilla hicieron uso de todo tipo de recursos, desde las tradicionales gafas de sol, hasta las gorras y los paragüas. Las más ocurrentes se sentaron en los sitios reservados para las autoridades –en las corridas y novilladas– y utilizaron las banderas para evitar que el sol les diera en la cabeza. Cualquier cosa era buena para protegerse. A los que no les importaba nada los rayos ni la temperatura era a los cientos de jóvenes que se atrevieron a ponerse delante de la vaquilla y es que la afición taurina lo puede todo.