Ajustes y declaraciones desafortunadas

28/06/2012 - 19:06 Redacción

La política de ajustes mantenida por el Gobierno regional ha lanzando esta semana una nueva polémica a la calle. Tras los recortes en educación y el cierre de centros rurales, ahora la he tocado el turno a los Puntos de Atención Continuada (PAC), lo que equivale al servicio de urgencias médicas en los municipios. También aquí es, según el ejecutivo de Cospedal, necesario meter la tijera. El revuelo no se ha dejado esperar, más cuando nuestra provincia, es la más perjudicada de toda Castilla-La Mancha con el cierre de siete de estos puntos. En Almonacid de Zorita, Tamajón, Budia, Chiloeches, Hiendelaencina y El Pobo de Dueñas los centros cerrarán a partir de las 15.00 horas. En Marchamalo permanecerá abierto hasta las 20.00 horas. Como contrapartida, desde el PP se anuncia la adquisición de una UVI móvil para la provincia y recuerdan la existencia de los transportes helitransportados para casos graves. Sin embargo, más allá de que la medida pueda, o no, entenderse si se enmarca dentro de la optimización de recursos, lo cierto es que parece que es el mundo rural el que está padeciendo de forma más acuciante estos ajustes. No es la primera vez en la historia, lamentablemente, que la escasez de población condenaba a los pueblos al olvido, a la escasez de medios y a la migración. Ahora, en los últimos años se apostaba por lo contrario, por el asentamiento de jóvenes parejas, por crear empleo que evitase el éxodo y por hacer resurgir aquellas zonas menos desfavorecidas en otros tiempos. Todo el trabajo hecho podría desvanecerse ante estas medidas que vienen a complicar, un poco más, la vida en algunos de los núcleos más alejados de la capital. Y por si la medida fuera poco popular, se añaden las declaraciones del consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz en las que justificaba esta decisión por el “poco trabajo” que se desarrolla en algunos de los PAC durante el horario nocturno y en las que afirmaba que tanto médicos como enfermeros “están durmiendo en lugar de trabajando”. Lo que la faltaba al sector sanitario, para seguir en pie de guerra.