Amnistía Internacional pide que no se baje la guardia
25/11/2011 - 18:31
Amnistía Internacional reconoce los esfuerzos realizados durante los últimos años para luchar contra la violencia de género, especialmente desde que entrara en vigor en 2005 la Ley Integral sobre Violencia de Género. Sin embargo, desde entonces la organización también ha venido advirtiendo de la existencia de ámbitos de la violencia, como la violencia sexual, carentes de desarrollo normativo, la desigual atención prestada a las víctimas en las diferentes Comunidades Autónomas (CCAA), así como de la falta de medios materiales y humanos que sigue siendo una constante a la hora de prestar asistencia, protección y justicia para ellas y sus familias.
La crisis económica no puede ser una excusa que ponga en riesgo aún más la vida de las mujeres víctimas de violencia. Ya en los últimos años, el presupuesto destinado a la atención de las víctimas de violencia se ha reducido. La Administración central pasó de atender a las víctimas con 12 millones de euros en 2006, a 4 millones de euros en 2009. Sin embargo, el número de mujeres asesinadas sigue aumentando. Según el Consejo General del Poder Judicial, durante el año 2010, 73 mujeres fallecieron víctimas de la violencia de género frente a 55 en 2009 (lo que supone un 32,7% de incremento en el número de asesinadas).
Amnistía Internacional recuerda que existe la necesidad de un enfoque integral en las medidas legislativas y demás prácticas del Estado con el objetivo de no centrar exclusivamente la lucha contra la violencia de género en aquella que se produce en el ámbito familiar.
En este sentido, consideramos un avance muy positivo la tipificación en nuestro Código penal del delito de trata de personas de acuerdo con los estándares internacionales. Sin embargo, siguen existiendo amplias carencias en la lucha contra la violencia sexual contra mujeres y niñas. Hasta ahora, la respuesta institucional ante este fenómeno no se ha dirigido a desarrollar de manera integral la prevención, la protección de las víctimas y su asistencia, sino que se ha limitado a poner el acento sobre el incremento de penas respecto de los agresores.