Anécdotas de Muduex

26/01/2013 - 00:00 Gonzalo Abad Ayuso

  
  
  Ahora voy con otras cosas curiosas en relación a Muduex. Un año vinieron unos músicos de Guadalajara para tocar en la fiesta de San Diego. Y venían en el coche de línea del señor Vegas. Cuando llegaron al cruce del empalme se les hizo de noche, más o menos. Había un señor esperando con una mula para llevar las maletas que pudiera traer ese familiar. Estos músicos con sus instrumentos a cuestas venían siguiendo al de la mula por la carretera pero cuando llegaron al rostro le perdieron la vista, ya que el de la mula y su huésped se desviaron por un atajo. Y cuando los músicos siguieron la carretera adelante pensando que el pueblo se les quedaba atrás se tiraron derecho a las luces por lo más pino y con bastantes barranqueras.
 
 Contaba uno de esos señores que a él le salvó el trombón porque cayó a un barranco y se quedó colgado de los brazos, ya que este instrumento le daba una vuelta al cuerpo. Otra anécdota curiosa es la del tío Ángel y el tío Pablo Nieto que eran muy amigos y tenían la ilusión de llevar las mulas lo más bonitas posibles. Una vez acordaron los dos comprar unos campanillos para ponérselos en los bridones de cada una de las mulas de su yunta, para dar más realce a la cosa. Se levantaban antes de amanecer y daban una vuelta al pueblo cada uno con su yunta. Despistaban a la gente con el sonido de los campanillos de sus mulas. Y más lo hacían en la época de la simiente porque la gente solía madrugar bastante.