Ante lo que acontece en la Residencia Las Sabinas
31/08/2013 - 00:00
La Otra Guadalajara seguimos con mucha preocupación e indignación la deriva de desatenciones que se está produciendo con las personas mayores discapacitadas, residentes en la Residencia Las Sabinas de la Comarca de Molina de Aragón. Como es sabido, La Residencia Las Sabinas y sus instalaciones y áreas recreativas están hechas sobre suelo municipal concedido gratuitamente por el Ayuntamiento de Molina, la construcción y equipamiento se ha realizado íntegramente con dinero público aportado por la JCCM y la gestión de los servicios hasta ahora ha sido mixta: La JCCM gestionaba las tareas de tipo sanitario, mientras que la iniciativa privada gestionaba el resto: limpieza, cocina etc. El control, como es evidente, lo ejercía la JCCM.
Lo que ha cambiado ahora es, que la JCCM sigue aportando el dinero (dos millones y medio de euros al año), mientras que la gestión es privada al cien por cien y se le ha adjudicado a la empresa CLECE por concurso público, aunque el control se entiende que ha de tenerlo la JCCM, tanto por ser la que aporta el dinero, como por la vigilancia que requiere un servicio tan sensible y delicado como es la atención permanente a personas discapacitadas. No se puede consentir que una empresa privada haga ahora un negocio redondo y usurero en una gestión, en la que deben prevalecer las garantías de atención a estas personas imposibilitadas, sobre el criterio de amasar beneficios, como es el caso, dado que se hace a costa de un suelo cedido altruistamente por la noble finalidad que se suponía y, asimismo, con un edificio y unas instalaciones pagadas en su totalidad por la JCCM, o sea, con el dinero público de todos.
Y por si no eran ya bastantes las garantías usureras que la JCCM proporciona a la empresa privada a la que se le ha adjudicado la gestión, dicha Junta, sin más y porque sí, garantiza a la empresa a través del pliego de condiciones, que un tercio de los salarios que hasta ahora cobraban los trabajadores, pasen a ser directamente ganancias de la empresa, ya que la brutal reducción de jornada que se fija al conjunto de la plantilla, equivale al trabajo de una veintena de personas, que supone aproximadamente un tercio de la masa salarial del conjunto de la plantilla.
Las consecuencias de este recorte de jornada va a significar, que los trabajadores no van a poder vivir de ninguna manera con los raquíticos sueldos que muchos de ellos van a percibir y lo más grave de todo: que habrá continuas desatenciones a los residentes discapacitados, por falta de personal que los pueda atender; algo que no se puede consentir bajo ninguna circunstancia, porque la Residencia no es un almacén de muebles viejos, sino un lugar donde viven seres humanos impedidos y es un deber atender con suficiencia sus necesidades esenciales.
Desde que la empresa privada se ha hecho cargo de la gestión, varios servicios básicos, principalmente sanitarios, se han dejado de prestar y otros se les están encomendando a personas que no están facultadas para ello. Una parte de esas desatenciones se deben a la imposibilidad de cumplirlas debido a la drástica reducción de horas y jornadas contenidas en el pliego de condiciones y otra, a que ni siquiera se ha puesto en marcha todavía lo contemplado en dicho pliego, todo lo cual están denunciando a diario los familiares de los residentes. Ante esta situación, dos miembros de La Otra Guadalajara a título particular, hicimos un recurso de alzada en su día contra el pliego de condiciones sin que todavía hayamos recibido respuesta. Como se sabe, si no se da respuesta en el plazo de tres meses se produce lo que se llama silencio administrativo y el recurso queda desestimado, en cuyo caso iríamos al recurso contencioso administrativo.
En el citado recurso, se demanda que se resuelva la flagrante contradicción existente dentro del propio pliego de condiciones, donde se obliga a cumplir todos los servicios y atenciones que precisan los residentes y a la vez se impide ese cumplimiento con la reducción drástica de jornadas y horas que contiene el propio pliego. Por otra parte, se solicita, que quede sin efecto el correspondiente pliego de condiciones y la adjudicación, por la evidente ilegalidad que significa, basar medidas del pliego de condiciones en la reforma de una orden sobre atenciones mínimas en las residencias, que todavía no estaba en vigor el día que salió el pliego (12 de junio) La Otra Guadalajara conocemos, respetamos y apoyamos las gestiones que están llevando a cabo los familiares de los afectados con la Administración, exigiendo que se reparen inmediatamente las desatenciones que están sufriendo sus seres queridos.
Es nuestro deseo que de estos encuentros salgan soluciones satisfactorias, pero de quedarse en meros parches, no sólo continuaríamos con el recurso contencioso administrativo, sino que seguiremos presionando y movilizándonos hasta que las cosas queden como estaban antes y a nuestros mayores discapacitados se les atienda con la suficiencia y el decoro que se les debe dispensar a estas perosnas, que hoy son las que están y mañana serán o seremos otros, pues es un problema que nos afecta a la comarca entera y como tal tenemos que encararlo.