Apoyo a la artesanía

No se puede obviar que la artesanía ha sido históricamente una actividad dinamizadora de las economías rurales, contribuyendo activamente al desarrollo de nuestros pueblos y actuando como vehículo que transmite los usos y conocimientos de una cultura transformándola al compás de los tiempos y asegurando la pervivencia de estos. De hecho, la artesanía tradicional se ha mantenido en algunos municipios como oficios habituales hasta el último cuarto del siglo XX. Sin embargo, herre­ros, carpinteros, alfareros, guarni­cionero, escultores, cordeleros, cesteros, esparteros o hilande­ras han ido desapareciendo poco a poco de la geografía provincial motivados, principal­mente, por la competencia insalvable de los productos que da la industria y por los efectos negativos de la emigración. Ahora, muchos de esos oficios se han convertido en verdaderas artes y Guadalajara, que cuenta con un importante colectivo de artesanos, recupera las actividades de antaño para, además de perpetuarlas en el recuerdo, convertirlas en motor de desarrollo. De ahí, la importancia del apoyo institucional, que en los últimos años, ha servido como impulso de la recuperación de muchas de estas áreas. Tanto la Diputación provincial como el Gobierno regional son conscientes de ese necesario apoyo y, sin duda, se han convertido en importantes defensores de esta actividad que está alcanzando en Guadalajara cotas de desarrollo antes inesperadas, gracias, por supuesto, a unos artesanos dinámicos e innovadores.