Arte en la calle por Semana Santa

 

Más allá del profundo sentimiento religioso de los cofrades y de una gran mayoría de los transeúntes, los desfiles procesionales de la Semana Santa de la capital y de la provincia de Guadalajara son un auténtico espectáculo de arte y belleza que se realza con el abrumador silencio, solo roto por el paso de los penitentes, las marchas musicales de las distintas bandas y el canto de las saetas. En Guadalajara la exhibición comienza en la noche de este miércoles con María Santísima de la Esperanza Macarena, sigue el jueves con Nuestro Padre Jesús Nazareno y la más nocturna de las procesiones, protagonizada por las tres imágenes de la Cofradía de la Pasión del Señor, y alcanza el viernes su punto culminante, por la mañana con el encuentro del Cristo del Amor y de la Paz con Nuestra Señora de la Soledad en El Jardinillo y por la noche con la procesión declarada de Interés Turístico Regional del Silencio y el Santo Entierro, en la que participan cuatro cofradías. Igualmente sobrecogedoras son las procesiones que se pueden contemplar por la provincia, desde los Armaos en Sigüenza, en la que los miembros de la Cofradía de la Veracruz y Santo Sepulcro, con su estética de los tercios de Flandes, portan las imágenes con paso marcial, a la que protagonizan los soldados del Cristo de Budia que custodian el Sepulcro y finalmente sacan de allí a brazo alzado la imagen de Jesús, ambas declaradas como Fiestas de Interés Turístico Provincial, declaración que estrena este año la procesión del Santo Encuentro y la Quema del Judas en Pareja. Las pasiones vivientes, representación de la muerte de Cristo, alcanzan su máxima expresión en lugares como Hiendelaencina o Trillo, donde se viven momentos de un gran realismo, si bien es de lamentar la pérdida de algunas que tuvieron gran importancia en la provincia. El éxito de la puesta en escena de los desfiles procesionales o las pasiones vivientes es del trabajo durante meses de las numerosas personas que se encargan de su organización con múltiples ensayos. El arte sale de las iglesias a las calles. Es tiempo de disfrutar. .