Atienza románica, una excusa más para visitar la ciudad medieval
Algo más de una hora de camino en coche separa a la capital de esta preciosa villa del norte de la provincia, viajando por las carreteras CM-101 y CM-1001, una propuesta inigualable para un día de turismo.
Atienza destila historia. Primero celtíbera, luego mora, después cristiana. La “peña muy fuerte” del Cantar del Mío Cid. Una villa medieval, a poco más de una hora en coche desde Guadalajara, en la que se conservan algunos de los elementos y edificaciones que muestran su importancia a lo largo de los siglos.
Si hablamos del románico son sus iglesias las que mejor representan el paso de este estilo por la localidad. De las 14 que en su tiempo tuvo, hasta cinco de ellas mantienen restos románicos dignos de ser admirados por el visitante.
La iglesia de la Santísima Trinidad (s. XII y XIII), en la zona alta de la villa, concentra los vestigios de este estilo en el exterior de su cabecera, en el tambor de su ábside. En su interior destaca la magnífica pila bautismal. En la actualidad, acoge en su interior parte del Museo de Arte Religioso y Paleontológico.
La portada es el único vestigio románico de la iglesia que un día fue la ermita de Nuestra Señora del Val (s. XII). En ella destaca, como muestra casi única en el románico castellano, la arquivolta sujeta por diez contorsionistas con bonetes.
La iglesia de San Bartolomé (s. XII y XIII) fue profundamente reconstruida en siglos posteriores, pero todavía mantiene de su origen románico su cabecera, su portada y su espectacular galería porticada, sin olvidar tampoco su pila bautismal. También acoge parte de la colección del Museo de Arte Religioso y Paleontológico.
Iglesias emblemáticas
Una de las iglesias más emblemáticas de la villa es la de San Gil (S. XIII). También ha sufrido diferentes modificaciones, pero su cabecera, su pila bautismal y el arranque de su espadaña siguen siendo románicos. En su interior, donde también se conserva su pila bautismal se puede disfrutar también de la cabecera original. Es el tercer templo que completa el Museo de Arte Religioso y Paleontológico.
La iglesia de Santa María del Rey (s. XII y XIII) es hoy la capilla del cementerio de la villa. Sus dos portadas, el cuerpo inferior de la torre y la pila bautismal siguen representando su origen románico. Destaca una de sus portadas, con un estilo de románico tardío, con un gran número de esculturas en sus arcos.
Carne de caza, apuesta segura
Dependiendo de la temporada en la que se elija visitar Atienza, la carne de caza será una perfecta apuesta para disfrutar de la gastronomía de la zona. Por ejemplo, con unos buenos lomos de corzo, con el acompañamiento perfecto que supone unos boletus a la plancha. Si no, un rico cordero lechal siempre es buena opción. Pero que nadie salga de esta villa sin probar su archiconocido chorizo, amén de otros embutidos.