Atilano y Ruiz Martorell advierten sobre los efectos perniciosos de lo superficial

23/12/2023 - 18:22 FCV

El nuevo obispo de la Diócesis Sigüienza-Guadalajara, Julián Ruiz Martorell, tras tomar posesión de su cargo en sustitución de monseñor Atilano Rodriguez,  en la Catedral de Sigüenza, siguiendo los argumentos de la alocución que realizó su antecesor en la Concatedral de Santa María, habló de la necesidad de purificación y renovación “para disponernos a celebrar el gran acontecimiento de la Navidad".

FOTOS: RAFAEL MARTÍN

Para ello –prosiguió- es preciso "eliminar la escoria superficial para que la ofrenda de nuestra vida sea agradable al señor", Hace una semana, monseñor Atilano advertía sobre “el peligro que se ciñe hoy sobre el ser humano, derivado de la tristeza individualista, que brota de la angustia infinita de placeres superfluos”. Para ello –aportaba esta mañana Ruiz Martorell- no hay que descuidar el encuentro trascendental que supone la Navidad, un momento que debe servir también para "agradecer, dar testimonio y compartir".

Daba gracias a los fieles por la oración y cercanía que le han demostrado durante el tiempo que ha pasado desde que se hiciera público su nombramiento, a la vez que pedía "que la Virgen María interceda por nosotros para que el Señor nos conceda fortaleza, seguridad y constancia".

Tanto él, como el nuncio, destacaban el "encomiable sentido de servicio" de su predecesor, Atilano Rodríguez. La diócesis Sigüenza-Guadalajara cuenta con dos sedes, una en la ciudad del Doncel y otra en la capital alcarreña; su población es de unos 270.000 habitantes, repartidos desigualmente, y, tal y como ha querido resaltar el ya obispo saliente, Atilano Rodríguez, de "profundas raíces cristianas".

Una diócesis, añadía, que también sufre los efectos de la secularización y de una despoblación "difícil de frenar" en las zonas rurales, pero cargada de historia, ha añadido.