Atropellos animales

08/01/2016 - 23:00 Antonio Yagüe

Seguramente influye la despoblación de la zona, con solo 1,63 personas por km2, como en Siberia y Laponia. Pero lo cierto es que los accidentes de tráfico con animales silvestres y perros sueltos hace tiempo que doblan a los protagonizados con personas. Este diciembre han batido el récord las colisiones con jabalíes, por ser un mes inusualmente cálido y en el que se aparean, con un lógico mayor trajín y más desplazamientos. El corzo, y después el ciervo, es el animal más temido por los conductores en el Alto Tajo y la cuenca del Mesa, plagados de carreteras de doble dirección y con una masa arbórea similar a los países nórdicos. “Por la noche te aparecen de entre las sombras, detrás de unos sabinotes o pinos, se te cruzan, y zás, no hay manera de sortearlos”, contaba un conductor de Aragoncillo, que tropezó con unos jabatos, se salió de la calzada y tuvo desperfectos en el coche por valor 1.250 euros.
Soria, Burgos y Guadalajara son, según datos oficiales, las provincias más afectadas por estos siniestros, que a veces provocan serias lesiones a los pasajeros. Tras años de alta litigiosidad entre propietarios de cotos, aseguradoras y conductores, la nueva Ley de Tráfico ha dejado claro que los últimos son los responsables, salvo que el atropello sea consecuencia directa de una batida de caza mayor hasta doce horas después.
En ese caso el responsable es el titular del coto, o en su defecto el propietario del terreno.
Los expertos en seguridad vial aseguran que evitar estos percances no es tan complicado.
Basta con cumplir los límites de velocidad, 50 km/hora en carreteras secundarias, especialmente cuando hay una señalización específica de animales sueltos, en tramos con alta posibilidad de accidentes. Aconsejan frenar, poner las luces de cruce y tocar la bocina.
Nunca acelerar para tratar de sortear a un animal cuando nos lo encontramos en la vía, porque a menudo se mueven en manada. La Dirección General de Tráfico ha sumado 3.714 accidentes en seis años con presencia de algún animal. 1.099 eran canes y 673 jabalíes. Algunos ecologistas aseguran que en muchos de ellos también estaban presentes otros tantos animales de dos patas al volante. Con la derecha más en el acelerador que en el freno. Puede que exageren.